Ciudad de México, 25 de junio de 2025 — México tendrá el menor crecimiento de América Latina durante este año, según el más reciente informe del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF). El organismo advierte que la economía mexicana apenas crecerá un 0.3% en 2025, arrastrada por factores tanto internos como externos que limitan su recuperación.
El informe, titulado “Flujos de Capital en una era de fragmentación”, identifica diversos frenos al desempeño económico nacional. Entre los principales: la reorganización de cadenas de suministro, el debilitamiento de las remesas, la incertidumbre en torno al T-MEC y la propuesta de reforma judicial.
A diferencia de otras economías latinoamericanas, que muestran señales de dinamismo, México enfrenta retos particulares. Las políticas migratorias y comerciales de Estados Unidos han comenzado a repercutir en el envío de remesas, un componente vital para millones de hogares. Además, la creciente exposición a aranceles en sectores clave como el automotriz, el acero y el aluminio, amenaza con desequilibrar la cuenta corriente del país.
El IIF también alertó sobre la caída gradual en la inversión extranjera directa. Aunque las tasas de interés elevadas mantienen cierta entrada de bonos, el flujo de capital se mantiene inestable y sujeto a riesgos tanto económicos como políticos. Esta volatilidad, señala el organismo, refleja una confianza aún contenida por parte de los inversores.
Por otro lado, el informe puntualiza que, a pesar del contexto mexicano, América Latina en su conjunto sí captará mayores flujos de capital en 2025. El IIF estima un crecimiento interanual del 2.2% para la región, impulsado por una leve recuperación económica en Argentina y una desaceleración moderada en Brasil.
Según el pronóstico, los flujos de capital hacia América Latina por parte de no residentes crecerán del 3.4% del PIB en 2024 al 3.6% en 2025. México, sin embargo, quedaría rezagado en esta tendencia regional, con perspectivas de crecimiento más limitadas para el siguiente año: solo un 1.1% en 2026.
En conjunto, el análisis del IIF dibuja un panorama desafiante para el país. Obstáculos estructurales internos, combinados con presiones externas, podrían devolver a México al patrón de bajo crecimiento que predominó en la década anterior a la pandemia.