En Estados Unidos, diversas prácticas industriales en torno a la producción de tortillas están generando preocupación entre expertos y académicos. Especialistas advierten que se está intentando “desmexicanizar” y “desindigenizar” este alimento ancestral, a través de métodos como el “blanqueamiento” de las tortillas y la creación de “masa seca” por parte de corporaciones que buscan estandarizar su producción.
Durante una sesión del Seminario Crítico de la Alimentación, organizado por el Instituto de Investigaciones Antropológicas y el CISAN de la UNAM, el académico Enrique Ochoa, de la Universidad Estatal de California en Los Ángeles, advirtió sobre el intento de invisibilizar el origen indígena del maíz y la tortilla en diversas regiones estadounidenses, particularmente en ciudades como Los Ángeles.
Un proceso que borra el origen cultural
“Estamos frente a una transformación que borra los procesos tradicionales, como la nixtamalización, invisibilizando además el papel histórico de las mujeres indígenas en su invención”, explicó Ochoa. Agregó que algunas de las principales marcas comerciales están impulsando esta práctica como un salto tecnológico, eliminando el vínculo cultural con México.
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La investigadora Julieta Flores Jurado, del CISAN, señaló que en los últimos años se han intensificado los mecanismos de homogenización industrial de la tortilla en zonas urbanas de Estados Unidos, desplazando las formas artesanales y tradicionales de producción.
Alimentación controlada por intereses corporativos en la tortilla
Por su parte, Cynthia Arredondo Cabrera, investigadora posdoctoral del CISAN, advirtió que este fenómeno forma parte de una estrategia global más amplia. Recordó que, desde los años 40, y especialmente a partir de las políticas neoliberales en los 80 y 90, México adoptó un modelo alimentario industrial que debilitó al campo nacional y transformó la dieta del país.
“Se han abandonado ingredientes tradicionales, técnicas culinarias y la diversidad alimentaria. Lo que enfrentamos es una homogenización del gusto, un verdadero ‘epistemicidio culinario’”, puntualizó.
Además, explicó que cuando grandes corporaciones controlan el sistema alimentario, las semillas se modifican genéticamente, se patentan, y la autonomía alimentaria se pierde frente a intereses económicos globales.
La tortilla, símbolo en disputa
Las académicas coincidieron en que la “blanquitud” a la que aspiran ciertos productos alimenticios no se refiere a un rasgo físico, sino a una construcción social que busca despojar a la tortilla de su historia, sabor y pertenencia cultural.
“La comida mexicana se ha convertido en un objeto de disputa, accesible para unos pocos, pero cada vez más alejada de sus raíces para muchos”, subrayaron.
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