Blackstenius marca el gol decisivo en una final intensa; las culés pierden la oportunidad del tricampeonato
El FC Barcelona femenil cayó 1-0 ante el Arsenal este sábado en la final de la Champions League femenina, disputada con intensidad y dramatismo hasta el último minuto. Con esta victoria, el conjunto inglés levanta su segunda “orejona”, rompiendo una sequía que se remontaba a su primer título en 2007 y cortando la racha ganadora del equipo catalán, vigente bicampeón del torneo.
El único gol del partido llegó en el minuto 74, gracias a una jugada de córner ensayada que culminó con un disparo cruzado de la sueca Emma Blackstenius, imparable para la guardameta Cata Coll. Ese tanto terminó por definir una final que hasta entonces se mantenía en equilibrio, aunque con un Barcelona ligeramente más dominante en la posesión del balón.
Barcelona no logró imponer su juego
Desde el inicio, el Arsenal apostó por una presión alta para incomodar la salida del Barcelona y evitar que Aitana Bonmatí —mejor jugadora del mundo— tomara el control del mediocampo. La estrategia surtió efecto y las culés, aunque con más balón, no encontraban profundidad ni claridad.
Las inglesas defendieron en bloque bajo durante varios tramos del encuentro y aprovecharon los errores puntuales del conjunto catalán. En el minuto 22, un gol del Arsenal fue anulado por fuera de juego, tras una confusa jugada por banda derecha que terminó en un autogol de Irene Paredes, anulado por posición adelantada.
Ya en la segunda parte, el Barça intensificó su ataque. Caroline Graham Hansen fue de las más activas por la banda derecha, generando opciones de peligro que, sin embargo, no encontraron destino en el área. En el minuto 71, la inglesa Alessia Russo tuvo una clara ocasión frente a Coll, quien respondió con una gran atajada. Solo segundos después, Major desperdició una de las más claras para el Barça con un remate de cabeza.
Un final sin reacción para las campeonas
Tras el gol de Blackstenius, el desconcierto se apoderó de las dirigidas por Pere Romeu. El equipo perdió claridad, y aunque insistieron con centros al área desde las bandas, la zaga londinense mantuvo el orden. El Arsenal optó por encerrarse y resistir el asedio final del Barça, defendiendo con firmeza el gol de ventaja.
El pitazo final confirmó la derrota de las catalanas y el histórico triunfo del Arsenal, que vuelve a escribir su nombre en la élite del futbol femenino europeo. El Barcelona, por su parte, ve interrumpida su hegemonía continental y se queda a las puertas de un tricampeonato inédito.
