- La medida propuesta en Estados Unidos implicaría doble tributación para mexicanos que ya pagan impuestos sobre sus ingresos en territorio estadounidense.
El diputado Alfonso Ramírez Cuéllar expresó su firme oposición a la iniciativa conocida como “The One Big Beautiful Bill”, particularmente a la propuesta de aplicar un impuesto del 5% a las remesas enviadas desde Estados Unidos por personas que no poseen la ciudadanía estadounidense, incluyendo a quienes cuentan con visas como la H-1B o tienen residencia permanente.
“Imponer este tipo de gravamen sería una medida injusta, regresiva y contraria a los principios y compromisos internacionales”, advirtió el legislador.
Ramírez Cuéllar señaló que una política de este tipo afectaría directamente a naciones como México e India, que figuran entre los principales receptores de remesas en el mundo, y calificó la propuesta como una forma de abuso institucional.
El diputado indicó que más allá de disputas partidistas, esta propuesta busca tapar la irresponsabilidad fiscal de Estados Unidos imponiendo un impuesto del 5 % a las remesas, un gravamen regresivo que golpea el esfuerzo de las comunidades migrantes y frena el desarrollo económico de ambos países.
Recordó que los migrantes mexicanos ya pagan impuestos en Estados Unidos por los ingresos que generan, por lo que añadir una carga fiscal sobre las remesas implicaría una doble imposición inaceptable.
Durante 2024, México recibió 64,745 millones de dólares por concepto de remesas, estableciendo un nuevo máximo histórico, lo que representa un incremento del 2.3% en comparación con los 63,319 millones registrados en 2023. Este flujo equivale al 3.7% del PIB y es una fuente crucial de sustento para millones de familias.
Este gravamen regresivo castiga a quienes más sacrificios hacen para mantener a sus familias: los migrantes. No podemos permitir que se les cobre dos veces por un trabajo honesto que ya es gravado en territorio estadounidense. Instamos a los legisladores a a poner un alto a este atropello, a defender los compromisos internacionales y, sobre todo, a respetar la dignidad de quienes aportan al desarrollo de Estados Unidos y México.
Finalmente, Ramírez Cuéllar reafirmó su disposición al diálogo y a la cooperación bilateral basada en el respeto a los derechos humanos, el entendimiento mutuo y el reconocimiento de las aportaciones fundamentales de la población migrante al desarrollo económico y social de ambos países.