Una interrupción eléctrica sin precedentes dejó sin suministro a millones de personas en Europa, específicamente en España, Portugal y el sur de Francia, generando caos en ciudades, paralización de servicios y alarma ciudadana. La falla, registrada este fin de semana, ha sido calificada como “inusual y altamente atípica” por Red Eléctrica de España (REE) y la Rede Eléctrica Nacional (REN) de Portugal.
Según informes preliminares, el origen del apagón estaría vinculado a “oscilaciones anómalas” detectadas en las redes de alta tensión. Estos comportamientos anómalos habrían sido causados por una “vibración atmosférica inducida”, un fenómeno que, de acuerdo con los especialistas, puede generarse por cambios bruscos de temperatura en la atmósfera, especialmente en condiciones de inestabilidad térmica como las que ha vivido Europa en los últimos días.
¿Es el cambio climático el verdadero responsable?
Las autoridades energéticas y expertos meteorólogos coinciden en que el calentamiento global podría estar provocando fenómenos cada vez más extremos e impredecibles que afectan a infraestructuras críticas. Este evento sería uno de los primeros en su tipo en relacionar directamente la variabilidad climática con una alteración masiva del sistema eléctrico.
Los registros indican que, en los días previos al apagón, se registraron fuertes contrastes térmicos, tormentas eléctricas intensas y cambios de presión en la zona afectada, lo que podría haber generado una especie de “onda de choque atmosférica” que alteró los sistemas de sincronización eléctrica entre países.
¿Y si fue un ciberataque?
A pesar de la explicación climática, las autoridades no descartan otras causas. Fuentes de inteligencia europeas han confirmado que se investigan posibles ciberataques dirigidos a la infraestructura energética, dado el contexto global de tensión geopolítica y el aumento de ataques informáticos a redes estratégicas.
Hasta ahora, no hay evidencia concreta de sabotaje digital, pero la vulnerabilidad de las interconexiones eléctricas europeas es un tema que preocupa desde hace años. “No podemos descartar ninguna hipótesis. El sistema energético europeo es interdependiente, y eso lo hace también susceptible”, declaró un experto en ciberseguridad del Instituto Europeo de Tecnología.
Llamado a la calma, pero también a la prevención
Tanto el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, como el primer ministro portugués, António Costa, pidieron serenidad a la población y evitar conclusiones anticipadas. En un comunicado conjunto, instaron a reforzar los sistemas de alerta, revisión técnica y ciberseguridad energética.
Este apagón ha expuesto la fragilidad de las infraestructuras eléctricas frente a fenómenos extremos. Mientras continúa la investigación, Europa se enfrenta a una nueva realidad: no solo debe prepararse para crisis energéticas, sino también para las consecuencias impredecibles del clima y los riesgos digitales.