Semana Santa, vacaciones y criptomonedas: una combinación esperada.

Por: Julio de Jesús Ramos García

La Semana Santa siempre ha sido un momento de pausa. Para algunos, representa un tiempo de reflexión espiritual; para otros, una oportunidad de descanso o de viaje. Pero más allá del significado religioso o vacacional, estos días de desconexión nos invitan también a pensar en lo que nos conecta con el mundo moderno: la economía digital, los cambios sociales y, sí, hasta las criptomonedas.

No es raro que durante las vacaciones muchas personas se tomen el tiempo para revisar sus finanzas, planear inversiones o, simplemente, leer lo que normalmente no pueden por falta de tiempo. En los últimos años, las criptomonedas han entrado en ese radar, no solo como un tema de moda, sino como una muestra clara de cómo está cambiando nuestra relación con el dinero. ¿Qué tiene que ver esto con la Semana Santa? Más de lo que parece.

Estimados lectores, en medio de la meditación también hay una realidad: la tecnología no se detiene, ni siquiera en Semana Santa. Mientras algunos apagan el celular para meditar o desconectarse del trabajo, el mercado cripto sigue activo las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Sin feriados. Sin tregua.

Esto plantea una pregunta interesante: ¿en qué momento dejamos de tener control sobre el tiempo y nos convertimos en piezas de un sistema que nunca duerme? Las criptomonedas, con su promesa de libertad financiera y descentralización, también arrastran una paradoja: nos liberan de los bancos, pero nos atan a una pantalla, a una constante vigilancia del mercado.

Entonces, tal vez esta Semana Santa puede ser una oportunidad para reflexionar no solo sobre la espiritualidad o el descanso, sino también sobre el tipo de mundo que estamos construyendo. Un mundo donde las vacaciones pueden ser más que un escape, una pausa para cuestionar si estamos invirtiendo nuestro tiempo –y nuestro dinero– en lo que realmente importa.

Gracias Dios nuestro, maestras y maestros del universo por todo.