Las principales marcas estadounidenses como Nike, Apple y Abercrombie & Fitch enfrentan una dura caída en sus ingresos debido a los aranceles recíprocos impuestos por el gobierno de Donald Trump, afectando sus operaciones en países asiáticos como Vietnam y Camboya, que han sido centros clave de producción para estas compañías.
Los nuevos impuestos, que fueron dados a conocer el miércoles por el presidente Trump, han puesto a estas grandes marcas en una difícil situación al enfrentar cargas impositivas más altas en países de producción clave. Nike y Apple, que trasladaron gran parte de su producción a Vietnam tras las políticas arancelarias anteriores contra China, ahora se enfrentan a un arancel del 46% sobre sus mercancías importadas desde este país, un golpe duro para empresas que dependen en gran medida de la manufactura en Asia.
Además de las implicaciones en la producción, estos gravámenes están alterando las cadenas de suministro globales, aumentando los costos y generando incertidumbre sobre la viabilidad de mantener precios competitivos. Según Andrei Quinn-Barabanov, responsable de la práctica industrial en Moody’s Analytics, “Habrá una reacción en cadena de todos esos costos adicionales que entran en las cadenas de suministro”.
A pesar de los recientes ajustes y la mudanza de algunas empresas hacia otros países asiáticos como Camboya e India, la situación sigue siendo incierta. El impacto fue inmediato, pues Nike, que fabrica más de la mitad de su calzado y más de una cuarta parte de su ropa en Vietnam, vio una caída del 14% en sus acciones después del anuncio de los aranceles, aunque logró recuperar algo de terreno tras una declaración de Trump sobre una posible reducción de los aranceles a Vietnam en el marco de una negociación de libre comercio.
Simeon Siegel, analista de BMO Capital Markets, destacó que las empresas que durante años han intentado reducir su dependencia de China para protegerse de los aranceles, ahora se enfrentan a una nueva realidad: “realmente no hay dónde esconderse”. Los costos adicionales en las cadenas de suministro, tanto de ropa como de equipos electrónicos, están impulsando los precios de productos populares en Estados Unidos.
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Por su parte, la Asociación de la Industria de la Moda de Estados Unidos advirtió que los aranceles podrían ser una “carga injusta para las familias estadounidenses”, especialmente para aquellos hogares con ingresos más bajos. Esta situación también podría reflejarse en el incremento de los precios de productos muy demandados como las zapatillas Nike Air Force 1 y las Adidas Samba, que dependen en gran medida de la manufactura en Vietnam.
El aumento de aranceles también afectará a otras empresas como The Gap, que obtiene una parte importante de su mercancía de Vietnam. Las previsiones apuntan a que los consumidores estadounidenses podrían enfrentar un aumento en los precios de productos clave de entre un 10 y un 12 por ciento, según informes de UBS.
Este panorama marca una nueva etapa en la guerra comercial, con consecuencias para los consumidores y las grandes marcas globales, quienes ahora luchan por mantener su competitividad frente a las imposiciones de Trump.