Doomscrolling: ¿qué es y cómo evitar este mal hábito?
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¿Qué es el doomscrolling?
El doomscrolling es el hábito de consumir de manera compulsiva contenido negativo en redes sociales y sitios de noticias. Este comportamiento puede generar estrés, ansiedad y sensación de desesperanza, ya que expone constantemente a las personas a información negativa o alarmante. El término surge de la combinación de las palabras en inglés doom (condena o fatalidad) y scrolling (desplazarse en pantalla).
¿Por qué nos resulta difícil dejar de hacer doomscrolling?
El diseño de las plataformas digitales está pensado para atraer y mantener la atención del usuario el mayor tiempo posible. Las empresas tecnológicas utilizan algoritmos que muestran contenido llamativo, como noticias impactantes y videos virales, lo que incentiva la navegación ininterrumpida.
Las notificaciones constantes, los anuncios personalizados y la posibilidad de interactuar con el contenido facilitan la creación de hábitos de consumo difíciles de romper. Incluso cuando las personas son conscientes del impacto negativo de esta conducta, muchas siguen cayendo en el patrón de revisar una aplicación por unos segundos y terminar desplazándose por minutos u horas sin darse cuenta.
¿Cómo reducir el tiempo en redes sociales?
Existen varias estrategias para limitar el uso excesivo del teléfono y evitar el doomscrolling:
- Establecer límites de tiempo: La función Tiempo de uso en iPhones y el Bienestar digital en Android permiten fijar restricciones en ciertas aplicaciones. Así, es posible reducir el tiempo de exposición a contenido negativo.
- Usar aplicaciones de control de pantalla: Apps como ScreenZen, Opal o Roots ayudan a reducir el tiempo de uso del celular mediante bloqueos temporales o notificaciones de alerta. Algunas convierten la reducción de uso en un reto personal para motivar a los usuarios a mantener el control.
- Sustituir el hábito: En lugar de navegar sin rumbo en redes sociales, se puede optar por actividades alternativas en el teléfono, como leer libros electrónicos en Kindle o Libby, jugar Wordle en la app de The New York Times o escuchar audiolibros y pódcast.
¿Cómo mantener el control sobre el uso del móvil?
Es importante identificar cuáles son las aplicaciones que más tiempo consumen y establecer medidas para limitar su uso. Además de las funciones integradas en los dispositivos, se pueden utilizar herramientas de bloqueo de terceros, como ScreenZen, Opal o Roots, que ofrecen opciones más estrictas para evitar la tentación de seguir navegando.
Otra estrategia efectiva es crear rutinas sin pantallas, como leer un libro físico, practicar ejercicio o realizar actividades manuales. Mantener el teléfono lejos de la cama y desactivar notificaciones innecesarias también puede ayudar a reducir el hábito del doomscrolling.
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