En una decisión que marca un cambio drástico en la política de ciberseguridad de Estados Unidos, la administración de Donald Trump ha ordenado al Comando Cibernético suspender todas sus operaciones contra Rusia. Según informes de The Record, la orden fue emitida por el nuevo Secretario de Defensa, Pete Hegseth, y excluye a la Agencia de Seguridad Nacional (NSA).
El anuncio representa un giro de 180 grados respecto a la postura adoptada en la última década, donde Rusia era considerada una de las principales amenazas en el ámbito digital. Investigaciones gubernamentales han documentado múltiples incidentes en los que actores rusos han llevado a cabo ataques contra infraestructuras críticas estadounidenses. Sin embargo, la nueva administración ha decidido reorientar sus prioridades en el campo de la ciberseguridad.
Nueva agenda cibernética
Un memorando filtrado a la prensa y distribuido en la Agencia de Seguridad de Infraestructura y Ciberseguridad (CISA) ha delineado nuevas prioridades en defensa digital, centrando la atención en China y otros adversarios, sin hacer mención explícita a Rusia. Esta omisión ha despertado preocupación en el sector de inteligencia y defensa.
“Rusia y China son nuestros mayores adversarios, y con los recortes en diferentes agencias, estamos perdiendo expertos en ciberseguridad. Esto pone en riesgo nuestros sistemas”, declaró una fuente anónima a The Guardian. “Putin ya está dentro”, agregó, insinuando que la retirada de acciones contra Rusia podría beneficiar directamente a Moscú.
Otra fuente afirmó que el personal de CISA recibió instrucciones verbales de no monitorear ni reportar amenazas rusas. “Miles de empleados del gobierno trabajan diariamente para contrarrestar la amenaza cibernética rusa, una de las más significativas junto con la de China”, advirtió.
Despidos en la NSA y reestructuración
Mientras tanto, la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, ha despedido a aproximadamente 100 empleados de la NSA tras descubrirse que utilizaban plataformas oficiales para mantener conversaciones inapropiadas. “Usaron sistemas de la NSA para actividades inaceptables”, comentó Gabbard en una entrevista con Fox News.
A pesar de la promesa de la administración Trump de reducir el llamado “estado profundo”, el aparato de seguridad nacional ha permanecido en gran medida intacto, salvo por recortes en agencias dedicadas a servicios públicos.
El impacto de estas decisiones aún está por verse, pero expertos advierten que una relajación de la vigilancia sobre Rusia podría traer consecuencias imprevisibles para la seguridad nacional de Estados Unidos.