Mintiendo con la verdad
Por: Enrique Espinosa Olivar
No creemos que las cosas van a suceder, pero, oh, sorpresa, no nos mintieron, simplemente nos dijeron que lo iban a hacer y lo hicieron. No hay nada más interesante que la capacidad del ser humano para negar lo obvio, lo evidente y lo que sucede ante sus propias narices.
Durante el sexenio pasado, muchos mexicanos especulábamos, pensábamos e incluso afirmábamos que el aeropuerto de Texcoco no se cancelaría, a pesar de que repetidamente el presidente lo dijo una y otra vez, y ¿Qué sucedió? Pues que se canceló.
En este sexenio muchos pensaron que no se cambiaría y transformaría al poder judicial a pesar de que desde el sexenio pasado se cantó, y ¿qué pasó ¿Qué va a terminar sucediendo? Pues que va a desaparecer como lo conocíamos y surgirá uno nuevo elegido por el pueblo.
De igual manera en estos momentos, tanto los mexicanos como el gobierno de México, apostamos a que los dichos del presidente Donald Trump son puras amenazas. Pero ¿Por qué continuar con las negaciones? Yo creo que, en esta ocasión, sus palabras se convertirán en hechos. Quizás un poco atenuados, traducidos o suavizados ante la opinión pública para evitar un gran golpe, pero con todo el poder que el presidente más poderoso del mundo tiene hoy, sería casi un cuento de hadas que no sucediera nada.
Estamos viviendo más que una época de cambio, un cambio de época, profundo y disruptivo que alterará nuestro destino, nuestras conversaciones, nuestras vidas y en general todo a lo que estábamos acostumbrados. Estamos presenciando una transformación en los conceptos que teníamos sobre mercancías, intercambios comerciales, medios y velocidad de pagos y transacciones, productos, servicios e incluso aspiraciones, amigos, enemigos y sueños de la humanidad.
Estados Unidos busca posicionarse como el líder indiscutible en la geopolítica y el mundo entero observa expectante a lo que sí o no hará. Considero que, en esta ocasión, México será testigo de hechos inéditos y ¿Por qué no? ¿Trump ha mentido con lo que dice?, ¿No será más bien que nos acostumbramos al confort de depender de un vecino y socio comercial?
Nuestro vecino del norte nos ha servido de muleta, silla de ruedas y quizás hasta camilla para este sistema que ha permitido que la sociedad viva en una zozobra donde se ha perdido el orden y el respeto por las instituciones y la legalidad y lo único que nos ha quedado es vender lo que tenemos más barato, a nuestro pueblo.
Quizá sea una gran oportunidad para salir de nuestra zona de confort y comenzar por impulsar, fomentar y premiar a los heroicos empresarios que han confiado y siguen confiando en México.
Casi garantizo que lo que veremos en febrero es que Estados Unidos va a cumplir su promesa y de ahí en adelante, habrá que construir algo nuevo, enfrentándonos ahora a nuestra realidad. ¿Por qué? porque quieren, porque pueden y porque les da la gana.
Trump no ha cambiado su discurso y al igual que nuestros gobiernos, las medidas que tomaron (Texcoco, AIFA, Tren Maya, Reforma PJ, etc.) y que han de tomar (Estados Unidos vs TMEC, Cárteles, etc.), son producto de la visión que unos y otros tienen para el futuro de sus naciones.
¿Qué tal que todos nos esforzamos para creer en nuevos sueños para nosotros, nuestras familias, nuestros pueblos, nuestros países y la humanidad?