¿Por qué las casas en Estados Unidos aún se construyen con madera?
La madera: clave histórica y cultural
Construir casas con madera es una práctica profundamente arraigada en la historia y cultura de Estados Unidos. Desde la llegada de los colonizadores europeos en el siglo XVII, la madera fue el material elegido para construir rápidamente viviendas en un territorio extenso y boscoso. Su abundancia y facilidad para trabajarla permitieron a los colonos erigir refugios en cuestión de días, protegiéndose de las duras condiciones climáticas y de posibles ataques.
Esta preferencia por la madera se consolidó durante la expansión al oeste en los siglos XVIII y XIX, donde el balloon frame revolucionó la construcción. Este sistema consistía en una estructura ligera y estandarizada que facilitaba levantar casas económicas en tiempo récord. Además, como los mismos propietarios solían construirlas, no era necesario contar con albañiles, sino con carpinteros.
¿Por qué sigue siendo el material principal?
A pesar de los avances tecnológicos, la madera continúa dominando la construcción residencial en Estados Unidos. Las razones son económicas y prácticas:
1. Rapidez y bajo costo: construir con madera permite desarrollar viviendas a gran escala con rapidez, ideal para responder a la alta demanda de inmuebles.
2. Movilidad geográfica: las casas de madera no están diseñadas para durar siglos, lo que facilita su reemplazo o demolición en caso de mudanza o reconstrucción.
3. Estandarización: los elementos prefabricados y estandarizados hacen que las viviendas sean más fáciles de ensamblar y reduzcan los costos de construcción.
El impacto de la cultura del consumo
La construcción rápida y económica también responde al modelo de consumo de Estados Unidos. Las casas se perciben como bienes transitorios más que como inversiones a largo plazo. Esto se traduce en una menor resistencia emocional y cultural al reemplazo de viviendas, incluso de valor arquitectónico.
Además, las ganancias inmobiliarias son significativas. Por ejemplo, en urbanizaciones como las de Phoenix, el costo promedio de construcción por casa es de $107,500 dólares, pero su precio de venta supera los $500,000. Este margen fomenta el uso de materiales más baratos como la madera para maximizar beneficios.
Retos y posibles cambios
Aunque construir con madera sigue siendo la norma, desastres naturales como huracanes e incendios han planteado cuestionamientos sobre su viabilidad. En 1992, tras el huracán Andrew, Florida modificó su normativa para exigir materiales más resistentes como hormigón en las nuevas construcciones.
En California, devastadores incendios han destruido tanto casas de madera como edificios de otros materiales, lo que podría llevar a regulaciones más estrictas. Estas podrían incluir tratamientos ignífugos para la madera o la adopción de materiales más seguros. Sin embargo, el cambio masivo requeriría una reestructuración profunda del sistema laboral y económico, algo que actualmente parece inviable.
Construir con madera en Estados Unidos no solo responde a una tradición histórica, sino a un modelo económico que prioriza la rapidez, la movilidad y la rentabilidad. Aunque los desafíos climáticos podrían modificar esta práctica, el arraigo cultural y financiero sigue manteniéndola como la opción principal para la construcción residencial.
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