CONSTRUIR IGUALDAD Y ERRADICAR LA DISCRIMINACIÓN COMIENZA POR EL LENGUAJE: CODHEM

*La comunicación igualitaria es fundamental para la igualdad efectiva entre hombres y mujeres.
*Urge reconocer la discriminación y la violencia que se da a través del lenguaje y educar con visión de género para erradicarla.
Toluca, Estado de México, 17 de diciembre de 2024.- La comunicación igualitaria es fundamental para equilibrar las oportunidades entre hombres y mujeres, ya que el lenguaje puede construir igualdad o fomentar la discriminación y es determinante en la construcción de la imagen de las personas asociada al género, explicó Karen Mejía Íñigo, investigadora de la Subdirección de Profesionalización, de la Secretaría de las Mujeres del Estado de México (SeMujeres Edomex), en la videoconferencia «Comunicación igualitaria», impartida para analizar el lenguaje inclusivo.
Explicó que para alcanzar una comunicación igualitaria es necesario emplear lenguaje inclusivo y no sexista, construir ideas con perspectiva de género y asegurar que dicha comunicación igualitaria se sostenga hacia dentro y hacia afuera en la casa, el trabajo, la empresa o la institución; para ello aconsejó revisar las palabras y la construcción gramatical de los mensajes a fin de que ninguna persona se convierta en objeto o instrumento ni se quede fuera.
Mejía Íñigo se refirió de forma particular a las acciones con el lenguaje que se pueden llevar a cabo en la casa o la escuela, como fomentar la equidad a través de una comunicación abierta y respetuosa  –nombrando por igual a niñas y a niños; asignar y compartir tareas y responsabilidades sin considerar los roles de género como determinantes; explorar juegos y juguetes diversos; promover la participación equitativa de niños y niñas, desarrollar acciones y tareas para la prevención del bullying o acoso, que esta también es una forma de violencia. No solo existen los hombres y lo masculino, precisó.
Aseguró que la comunicación igualitaria con base en sustantivos colectivos no sexistas y genéricos contribuye a generar escenarios de inclusión, respeto y no discriminación, por ejemplo, dijo, “la humanidad descubrió el fuego” –hombres y mujeres descubrieron; “la directiva” –hombres y mujeres que dirigen; “el alumnado” –alumnas y alumnos; “las personas”, todas, –hombres y mujeres. Ofreció ejemplos que se pueden usar en lenguaje incluyente para evitar sustantivos que las excluyen o a algún otro grupo de personas; ya que las mujeres, mayoritariamente, han sido excluidas en la historia, la literatura, el arte, la academia, la política, el mundo laboral, la ciencia, etc… de ahí la importancia de las palabras.