Por Irene Muñoz
México se encuentra ante una oportunidad única al ser uno de los anfitriones de la Copa Mundial FIFA 2026, junto con Estados Unidos y Canadá. Sin embargo, la falta de acción del gobierno para promocionar adecuadamente al país como un destino turístico y cultural está poniendo en riesgo el enorme potencial de este evento. Si bien el Mundial de fútbol atrae a millones de visitantes, no basta con ser sede para aprovechar sus beneficios. Es fundamental implementar una estrategia de promoción robusta y a largo plazo para maximizar su impacto en el turismo y la imagen internacional de México.
A menos de año y medio del inicio del torneo, México aún no ha lanzado una campaña global ni local para resaltar sus atractivos. Mientras tanto, países como Estados Unidos y Canadá, competidores directos, ya están implementando estrategias agresivas de promoción. Los países que han sido sede de eventos de esta magnitud, como Rusia 2022 y Brasil 2014, comenzaron a promocionar su cultura y destinos turísticos con hasta tres años de antelación. Brasil aprovechó esta estrategia para mostrar al mundo su gastronomía, sus playas y su ambiente único, resultando en un incremento considerable de turistas que llegaron antes incluso de que iniciaran los partidos.
Lo más preocupante es que esta falta de promoción se enmarca en un contexto aún más grave: el turismo en México ya está pasando por una crisis. Según datos del INEGI y STARC, llevamos cuatro meses consecutivos con un saldo mensual negativo en las llegadas de turistas por vía aérea, septiembre fue el mes en el que más se cayó al registrar -6.4%, lo que impacta negativamente el margen de crecimiento acumulado. Las políticas actuales del gobierno parecen no estar considerando estos factores, y las estadísticas indican que el volumen de llegadas sigue siendo bajo, lo que afecta la estabilidad de un sector clave para la economía. En lugar de aprovechar el Mundial como una plataforma para la recuperación, las medidas adoptadas, como el aumento de impuestos, solo agravan la situación.
El Mundial genera beneficios significativos no solo por el volumen de turistas que atrae, sino también por el legado que deja en términos de infraestructura, promoción internacional y posicionamiento de marca. En el caso de Rusia 2018, más de 5 millones de turistas internacionales visitaron el país, y la visibilidad global obtenida fue aprovechada mucho después del evento. Las mejoras en la conectividad aérea, la movilidad urbana y la construcción de estadios contribuyeron al desarrollo sostenido del turismo y la economía rusa.
México tiene la oportunidad de generar ingresos no solo durante el Mundial, sino también a largo plazo, posicionándose como un destino turístico global. Para aprovechar esto, es esencial que el gobierno, la iniciativa privada y el sector turístico trabajen de manera conjunta en una campaña internacional que se destaque a México no solo como un país futbolero, sino como un destino con una rica cultura, historia, tradiciones y una calidez humana inigualable.
El Mundial no es solo un evento deportivo, es una plataforma estratégica para reforzar la imagen de México en el mundo. Debemos integrar una narrativa que resalte nuestra diversidad, gastronomía y patrimonio, destacando que nuestro país es mucho más que un destino de fútbol. Además es una oportunidad el momento para trabajar y lograr generar un cambio de percepción del destino, para que los turistas se sientan seguros y se decidan por México para vivir la contienda.
El tiempo corre, y nuestro país está perdiendo la oportunidad de capitalizar su rol como sede del Mundial 2026. Es momento de actuar con visión y una planeación clara en la que gobierno y los actores clave del sector turístico trabajen con urgencia para diseñar una campaña de promoción que ponga a México en el centro de la conversación internacional, y que localmente la sociedad adopte y apropie con orgullo. Con una estrategia de marketing adecuada, el Mundial 2026 no solo será un éxito deportivo, sino una oportunidad para recuperar la posición de México como uno de los destinos turísticos más codiciados del mundo.
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