La presidenta Claudia Sheinbaum optó por mantener una postura mesurada ante los recientes señalamientos del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien afirmó que su país está “subsidiando a México, Canadá y otros países”. En declaraciones durante un evento en Nuevo Laredo, Sheinbaum subrayó la importancia de fortalecer la cooperación comercial entre ambas naciones a través del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC), destacando los beneficios que este ha generado para todas las partes involucradas.
El contexto de las declaraciones de Trump
En una entrevista con NBC, Trump afirmó que su administración buscará un “campo de juego nivelado, rápido pero justo”, sugiriendo que Estados Unidos aporta más de lo que recibe en su relación comercial con México y Canadá. Estas afirmaciones reavivan tensiones similares a las que marcaron su mandato anterior, cuando renegoció el acuerdo comercial que resultó en el TMEC.
Respuesta de Sheinbaum
Sheinbaum evitó profundizar en una confrontación mediática, señalando que México es un país “libre, soberano e independiente” y que la relación con Estados Unidos debe centrarse en la cooperación y los beneficios mutuos. La mandataria puntualizó que las exportaciones mexicanas a Estados Unidos superan a las importaciones, lo que podría explicar la percepción de Trump sobre un supuesto subsidio.
En su discurso, Sheinbaum enfatizó que la clave para mantener la competitividad frente a otras regiones del mundo es fortalecer el TMEC y concebir a las economías de Norteamérica como complementarias en lugar de competidoras.
Beneficios del TMEC para Estados Unidos
La presidenta recordó que el TMEC fue firmado durante la primera administración de Trump y que Estados Unidos ha obtenido “muchísimos beneficios” del tratado. No obstante, evitó profundizar en detalles y señaló que habrá un momento oportuno para discutir estos aspectos con mayor amplitud.
Posible encuentro entre equipos de transición
Aunque no se ha confirmado una reunión entre Sheinbaum y Trump antes de su toma de posesión, la mandataria expresó que espera que los equipos de ambos gobiernos puedan establecer contacto antes del 20 de enero, dependiendo de las aprobaciones pendientes en el Senado estadounidense.
Con este enfoque, la presidenta busca evitar una escalada en las declaraciones y priorizar un diálogo institucional que permita fortalecer la relación bilateral en términos económicos y diplomáticos.