El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, ofreció una disculpa pública este jueves por la implementación de la ley marcial en el pasado, justo antes de la votación sobre su posible juicio político en el Parlamento. La disculpa llega en medio de crecientes tensiones políticas y de un fuerte rechazo por parte de la oposición, quienes acusan al mandatario de ser incapaz de cumplir con sus deberes públicos.
Yoon, quien asumió el cargo en mayo de 2022, se vio envuelto en un escándalo relacionado con el uso de la ley marcial durante manifestaciones y protestas de carácter político, lo que desató una serie de críticas en su contra. Ante estas presiones, el presidente expresó su pesar por las decisiones tomadas en su momento, buscando calmar la creciente indignación pública y política.
Controversia política crece en Corea del Sur
Sin embargo, la disculpa de Yoon no fue suficiente para frenar el debate en el Parlamento, donde líderes opositores piden su destitución. El líder del partido gobernante, Han Dong-hoon, se mostró firme en su postura, señalando que el presidente ya no está en condiciones de continuar al frente del país. Según Han, la dimisión de Yoon es inevitable, debido a que su capacidad para gobernar se ha visto gravemente afectada por los recientes escándalos y la falta de apoyo popular.
El juicio político que se votará en los próximos días será clave para determinar el futuro político de Yoon. Si bien la oposición ha logrado reunir el apoyo necesario para llevar a cabo el proceso, el presidente aún cuenta con el respaldo de una parte significativa de su partido, lo que hace incierto el resultado final.
El contexto de la crisis se agrava con la creciente polarización política en Corea del Sur, que ha afectado no solo la estabilidad interna del gobierno, sino también las relaciones diplomáticas en la región. El juicio político podría llevar al país a un período de incertidumbre, en un momento crucial para las relaciones con sus vecinos y en el contexto de desafíos económicos internos.