Por Azul Etcheverry
A casi dos meses de la investidura del presidente Donald Trump se empieza a visualizar la política migratoria que se va llevará a cabo durante su nueva gestión en los próximos años, en donde amaga con el uso de las fuerzas armadas para la realización de deportaciones masivas a quien no esté de manera regular en territorio estadounidense.
En su discurso de triunfo, el presidente electo Trump amenazó con imponer aranceles a los productos mexicanos, empezando con el 25% elevando cada cierto tiempo si no se detiene la migración irregular en el territorio. A estas amenazas, el secretario de Economía, Marcelo Ebrad, respondió que si se llegaran a imponer estas sanciones, el Gobierno de México también pondría sanciones a los productos estadounidenses.
La presidenta ha respondido a estos comentarios haciendo referencia del gran trabajo que realizan los mexicanos radicados en territorio estadounidense en las distintas áreas de la economía estadounidense, quienes aportan su experiencia en el sector agrícola, de servicios, entre otros.
Se dio a conocer que se está trabajando en un plan de trabajo para presentarlo a las autoridades estadounidenses para evitar la deportación masiva de mexicanos a territorio nacional. Aunque también comentó que su Administración está preparada ante cualquier eventualidad por parte del Gobierno entrante de Donald Trump.
En los últimos años, México dejó de ser un país de tránsito a convertirse en uno de destino para provenientes de Centroamérica o del continente africano, no solo por la tradición del país en el tema de refugio, en donde su política sobre refugio es de las más avanzadas a nivel internacional, lo hacen por las condiciones que encuentran en el país para poder salir adelante.
El país también ha sido testigo de la migración de personas provenientes de Europa y Estados Unidos, quienes fomentan el turismo en distintas partes de México, por su trabajo a distancia y tener la posibilidad de establecerse por períodos de tiempo en distintos lugares.
La historia de México deja claro la larga tradición que tiene en materia de migración, quien desde inicios del siglo XX ha recibido a migrantes de las diferentes latitudes del mundo, desde el Líbano, Armenia, distintos países europeos, como refugiados durante la Segunda Guerra Mundial y en años recientes, dando asilo político a exmandatarios sudamericanos o refugiados provenientes de Afganistán.
Hay cerca de 12 millones de mexicanos que viven en Estados Unidos, convirtiendo a los connacionales en una mayoría importante que habita en el país vecino, deportarlos a todos sería un golpe a la economía estadounidense, por ello es importante tener un plan para los mexicanos en caso de su deportación, como lo ha planteado la presidenta Claudia Sheinbaum, todavía faltan dos meses para crear consensos con su contraparte y llegar a acuerdos para evitar la deportación, que sin duda será una uno de los grandes desafíos para México.