La presidenta Claudia Sheinbaum afirmó este viernes que las mujeres ya están plenamente reconocidas en la Constitución y que sus derechos están garantizados. La mandataria firmó un decreto que reforma siete artículos constitucionales para asegurar la igualdad sustantiva, la perspectiva de género, el derecho a una vida libre de violencia y la erradicación de la brecha salarial de género.
El decreto, que será publicado hoy, responde a una reforma aprobada recientemente por el Congreso, que modifica los artículos 4, 21, 41, 73, 116, 122 y 123 de la Constitución. En su conferencia de prensa diaria en Palacio Nacional, Sheinbaum explicó que estos cambios buscan asegurar que todas las mujeres tengan igualdad de acceso a derechos y oportunidades, así como un entorno libre de violencia.
Citlali Hernández, titular de la Secretaría de las Mujeres, detalló que las reformas incluyen la incorporación de la perspectiva de género en áreas clave como la seguridad pública y la justicia. También facultan al gobierno federal a otorgar medidas de protección para las mujeres víctimas de delitos comunes. Además, las reformas obligan la creación de fiscalías especializadas en delitos de violencia de género y amplían la paridad en la administración pública.
Otro aspecto importante de la reforma es la erradicación de la brecha salarial por razones de género, lo que representa un avance significativo hacia la igualdad económica entre hombres y mujeres.
Hernández calificó estas reformas como históricas y un ejemplo de vanguardia tanto a nivel regional como global. “Este es un compromiso del gobierno de México con las mujeres”, expresó.
Por su parte, la senadora Martha Lucía Mícher celebró que las reformas sean un “anhelo histórico hecho realidad” y destacó la importancia de continuar trabajando en las leyes secundarias. La diputada Anaís Miriam Burgos enfatizó que las nuevas leyes garantizarán a las niñas un futuro diferente y más justo.
Sheinbaum, además, señaló que su gobierno está impulsando la creación de un Sistema Nacional de Cuidados, con el objetivo de que las labores de cuidado no recaigan exclusivamente en las mujeres, como ha sucedido históricamente. “El Estado debe garantizar condiciones para que las mujeres puedan desarrollarse en otras áreas si así lo desean, sin que las responsabilidades de cuidado recaigan solo sobre ellas”, concluyó.
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