Más de 11.000 artistas han firmado una declaración enérgica contra el uso no autorizado de su trabajo por parte de empresas de inteligencia artificial (IA). La iniciativa, liderada por Ed Newton Rex, ejecutivo de Stability AI, busca frenar el uso de materiales creativos sin el consentimiento de sus creadores. Esta acción llega en un momento crítico en el que la IA ha comenzado a desempeñar un papel cada vez más importante en el ámbito de la creación artística.
Un movimiento en expansión
Entre los firmantes de la declaración se encuentran figuras destacadas como Robert Smith, vocalista de The Cure, y la actriz Julianne Moore. La preocupación se ha intensificado desde que, a principios de 2024, artistas como Stevie Wonder y Billie Eilish también expresaron su rechazo a la utilización de su imagen, voz y sonidos sin autorización. Este fenómeno ha provocado que una amplia variedad de profesionales creativos, incluidos fotógrafos, editores, ilustradores, actores, cantantes, compositores y productores, se unan en una causa común para defender sus derechos de autor.
La deshumanización del trabajo creativo.
La declaración alega que varias empresas han estado utilizando obras creativas para entrenar sus programas de IA, lo que representa una violación de los derechos de autor. Ed Newton Rex ha señalado que esta práctica deshumaniza el trabajo artístico: “Cuando las empresas de IA llaman a esto ‘datos de entrenamiento’, lo deshumanizan. De lo que estamos hablando es del trabajo de las personas: de sus escritos, su arte, su música”.
El texto de la declaración resalta que el uso sin licencia de obras creativas para entrenar modelos de IA generativa no solo es injusto, sino que también constituye una amenaza significativa para el sustento de quienes crean esas obras. En sus palabras, “no debe permitirse” este tipo de explotación.
Estrategias de las empresas de IA
A medida que crece la demanda de desarrollo de IA, las empresas se enfrentan al desafío de obtener los datos necesarios para alimentar sus modelos sin infringir las leyes de derechos de autor. Google, por ejemplo, ha solicitado una “tregua” en el Reino Unido respecto a las restricciones sobre la minería de texto y datos, que permite el uso de material protegido con fines de investigación académica. Sin estas excepciones, las empresas de IA se arriesgan a quedar rezagadas en la carrera por avanzar en esta tecnología.
Ed Newton Rex explica que las empresas de IA requieren tres recursos clave para construir sus modelos: personas, computación y datos. Mientras invierten grandes sumas de dinero en los dos primeros recursos, muchas esperan obtener el acceso a los datos de forma gratuita, lo que genera un conflicto con los derechos de autor.