El Congreso de la Ciudad de México aprobó recientemente una serie de sanciones dirigidas a las chelerías que operan de manera irregular en la capital. Estas medidas forman parte de una iniciativa impulsada por el jefe de Gobierno, Martí Batres, antes de concluir su mandato y traspasar el cargo a Clara Brugada. Las reformas tienen como objetivo regular el funcionamiento de estos establecimientos y combatir prácticas ilegales que van en detrimento del orden público.
Endurecimiento de las sanciones para las chelerías
La nueva legislación establece modificaciones en la Ley de Cultura Cívica y el Código Penal de la Ciudad de México. Las reformas apuntan a sancionar a quienes vendan bebidas alcohólicas sin los permisos correspondientes y a aquellos que rompan los sellos de clausura impuestos por las autoridades.
Según las modificaciones al artículo 28 de la Ley de Cultura Cívica, la venta de bebidas alcohólicas en la vía pública, fuera chelerías de espacios con permisos especiales como ferias o festividades, será considerada una infracción. El artículo 32 establece multas que varían entre 21 y 30 Unidades de Medida y Actualización (UMA), es decir, de aproximadamente 2,280 a 3,260 pesos. Además de las multas económicas, los infractores podrían enfrentar entre 25 y 36 horas de arresto o ser obligados a cumplir entre 12 y 18 horas de trabajo comunitario.
Prisión para quienes rompan sellos de clausura
Uno de los aspectos más destacados de la iniciativa es la inclusión de penas más severas para quienes reincidan en violaciones a las clausuras impuestas por las autoridades. El artículo 286 del Código Penal fue modificado para imponer penas de prisión de entre 6 y 12 años a los dueños o responsables de chelerías que rompan los sellos de suspensión o clausura. Además de la pena privativa de libertad, se contemplan multas que oscilan entre mil y cinco mil días de salario mínimo.
Esta misma sanción se aplicará a quienes rompan sellos de clausura en edificios con valor histórico o patrimonial, lo que refuerza la protección de los bienes culturales de la ciudad.
La problemática de las chelerías en la capital
La proliferación de chelerías irregulares, sobre todo en alcaldías como Venustiano Carranza, Cuauhtémoc, Xochimilco y Coyoacán, ha generado múltiples denuncias por parte de los vecinos. Estos establecimientos, que en muchos casos operan sin los permisos adecuados, han sido señalados por contribuir al desorden público, la venta de alcohol a menores y el aumento de la delincuencia en sus alrededores. Las reformas aprobadas buscan poner un freno a estas actividades ilícitas y mejorar la convivencia en las zonas afectadas.
Un marco legal más estricto
El endurecimiento de las sanciones contra las chelerías se enmarca en una serie de medidas que el gobierno capitalino ha venido implementando para garantizar el cumplimiento de las normas y reducir el impacto de la venta irregular de alcohol en la vía pública. El objetivo principal es proteger el orden social y asegurar que los establecimientos que vendan bebidas alcohólicas operen dentro de los límites legales.
Estas reformas fueron aprobadas por el Congreso de la CDMX el 2 de octubre de 2024, pocos días antes de que Martí Batres concluyera su gestión como jefe de Gobierno. Se espera que las nuevas sanciones tengan un efecto disuasivo sobre la operación de chelerías irregulares y que se promueva una mayor regulación en este tipo de negocios.
¿Qué sigue para las chelerías?
Con la entrada en vigor de estas sanciones, se anticipa que las autoridades intensifiquen los operativos de inspección y clausura en aquellos establecimientos que no cumplan con la normatividad. Los comerciantes deberán regularizar su situación y contar con los permisos adecuados para evitar sanciones que van desde multas económicas hasta penas de prisión.
La implementación de estas medidas es un paso más hacia la regulación de la venta de alcohol en la ciudad y busca equilibrar el derecho al comercio con la preservación del orden y la seguridad pública en la CDMX.