Álbumes que tardaron más de una década en ver la luz: el arte de la espera

En el mundo de la música, la espera entre un álbum y otro puede ser determinante para el éxito o fracaso de una banda. Algunos artistas son conocidos por su constancia en lanzamientos regulares, mientras que otros se toman su tiempo, a veces años, incluso décadas, para crear su siguiente obra. Aunque el retraso de un nuevo disco puede ser perjudicial para la relevancia de un proyecto, en otros casos la anticipación y el misterio alrededor de una banda solo incrementan la expectativa. A continuación, exploramos seis álbumes que tardaron más de diez años en ser lanzados, junto con las razones detrás de estas largas pausas creativas.

The Cure: Songs of a Lost World

The Cure es una de esas bandas legendarias que podría no lanzar más discos y aún seguir llenando estadios alrededor del mundo. Sin embargo, el perfeccionismo de su líder, Robert Smith, ha mantenido viva su llama creativa. Su último álbum, 4:13 Dream, vio la luz en 2008, y aunque hubo rumores de nuevo material durante años, fue hasta 2024 que finalmente se confirmó la llegada de Songs of a Lost World. Tras 16 años de espera, la banda comenzó a tocar “Alone”, una de las canciones del nuevo álbum, durante su más reciente gira. Este larguísimo proceso de gestación demuestra la dedicación y meticulosidad de Smith a la hora de producir música, asegurándose de que cada pieza esté a la altura de la reputación de la banda.

Guns N’ Roses: Chinese Democracy

Uno de los casos más emblemáticos de una larga espera en la industria del rock es el de Chinese Democracy de Guns N’ Roses. Después de la monumental saga de Use Your Illusion I y II en 1991, la banda tardó 17 años en lanzar un nuevo álbum de material original. La razón principal detrás de esta demora fue la disolución de la alineación clásica de la banda, con Axl Rose como el único miembro original que continuó con el proyecto. La producción de Chinese Democracy comenzó en 1997 y no concluyó hasta 2008, con un presupuesto que lo convirtió en uno de los discos más caros de la historia del rock. A pesar de su elevado costo y expectativas, el álbum no logró el éxito comercial esperado, en gran parte debido al cambio en las tendencias musicales y a la dilución del hard rock en el panorama global.

David Bowie: The Next Day

David Bowie, una de las figuras más prolíficas de la música, dejó pasar 10 años entre su álbum Reality de 2003 y el sorprendente lanzamiento de The Next Day en 2013. Bowie, quien había sufrido problemas de salud en 2004, parecía haber entrado en un retiro indefinido. No obstante, sin previo aviso y sin ningún tipo de promoción tradicional, el músico lanzó sencillos como “Where Are We Now?” que marcaron su regreso al estudio. Su habilidad para mantener el proyecto en secreto en una era dominada por filtraciones demostró su maestría para generar impacto sin necesidad de campañas de marketing masivas.

My Bloody Valentine: m b v

Con su disco Loveless en 1991, My Bloody Valentine revolucionó el rock alternativo y sentó las bases del shoegaze. Sin embargo, el proceso de grabación del álbum fue tan caótico y costoso que llevó al colapso de su relación con su disquera. A pesar de haber firmado un contrato con Island Records para grabar un nuevo álbum, la banda se desintegró y Kevin Shields, su líder, se sumió en años de silencio. No fue hasta 2013 que My Bloody Valentine regresó con m b v, su primer álbum en 22 años, un proyecto que, aunque muy esperado, mantuvo la esencia experimental y la estética del grupo.

Tool: Fear Inoculum

Conocidos por tomarse su tiempo para lanzar música, Tool se superó a sí mismo al dejar pasar 13 años entre 10,000 Days (2006) y Fear Inoculum (2019). Durante ese tiempo, la banda enfrentó problemas legales, accidentes, y Maynard James Keenan, su vocalista, se enfocó en otros proyectos como Puscifer y A Perfect Circle. Sin embargo, la principal razón detrás de la demora fue el minucioso proceso de composición que caracteriza a Tool. Cada canción está construida con capas complejas de arreglos y secuencias que requieren un trabajo de precisión, y el resultado fue un disco aclamado por la crítica que valió la espera.

Portishead: Third

Portishead es sinónimo del trip-hop de los 90, pero después de lanzar su segundo álbum en 1997, la banda desapareció del radar. Fue hasta 2008 que lanzaron Third, un disco que marcó un giro radical en su sonido, alejándose del trip-hop hacia territorios más experimentales como el folk y el rock psicodélico. Geoff Barrow, uno de los fundadores de la banda, mencionó que, tras el éxito inicial, se sintió agotado creativamente y decidió tomar un largo descanso, durante el cual incluso se mudó a Australia. Finalmente, en la década de los 2000, Barrow y el resto del grupo encontraron la inspiración para regresar al estudio y grabar un álbum que, aunque divisivo, mostró la evolución musical de Portishead.