Rosario Castellanos: 50 aniversario luctuoso
Medio siglo del fallecimiento de Rosario Castellanos
Rosario Castellanos, icónica escritora, diplomática, periodista y activista indígena, dejó una huella imborrable en la literatura del siglo XX. Nacida el 25 de mayo de 1925 y fallecida el 7 de agosto de 1974 en Tel Aviv, Israel, Castellanos trabajaba como embajadora de México al momento de su deceso. La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) conmemorarán el medio siglo del fallecimiento de Rosario Castellanos con una charla titulada: “Rosario Castellanos. 50 años de su deceso” en la plataforma digital Facebook. Este evento se llevará a cabo el miércoles 7 de agosto a las 17:00 horas, coordinado por la Capilla Alfonsina.
El pasado viernes 2 de agosto, el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia organizó un conversatorio titulado “Rosario Castellanos. 50 años de su legado”. Dirigido por la especialista Sara Uribe, esta charla profundizó en el impacto y la relevancia de Castellanos en el ámbito literario y cultural.
Infancia y formación
Rosario Castellanos nació en Ciudad de México, pero su infancia y adolescencia transcurrieron en la hacienda de su familia en Comitán de Domínguez, una región maya de los Altos de Chiapas. A los 16 años, se trasladó a Ciudad de México para estudiar en la Universidad Nacional Autónoma de México, donde obtuvo el título de maestra en filosofía. A los 20 años, quedó huérfana y, tras la pérdida de sus padres, comenzó su incursión en la literatura a través de la poesía. Sin embargo, sus primeras publicaciones fueron la novela “Balún Canán” (1957), el libro de cuentos “Ciudad Real” (1960) y la novela “Oficio de Tinieblas” (1962), que conforman la trilogía indigenista más importante de la narrativa mexicana.
En 1950, Castellanos recibió una beca del Instituto de Cultura Hispánica que le permitió estudiar estilística y estética en la Universidad de Madrid. Ese mismo año, publicó su tesis “Sobre cultura femenina”, donde desarmó el pensamiento machista y androcéntrico de filósofos y escritores varones en sus discursos sobre la mujer.
Reconocimientos y logros
A lo largo de su carrera, Rosario Castellanos fue una autora condecorada a nivel nacional. En 1958, su novela “Balún Canán” le otorgó el Premio Chiapas. Dos años después, ganó el Premio Xavier Villaurrutia de Escritores para Escritores. También recibió el Premio Sor Juana Inés de la Cruz en 1962, el Premio Carlos Trouyet de Letras en 1967 y el Premio Elías Sourasky de Letras en 1972.
Además de su labor literaria, Castellanos promovió la cultura como parte del Instituto de Ciencias y Artes de Tuxtla Gutiérrez y dirigió el Teatro Guiñol del Centro Coordinador Tzeltal-Tzotzil. En 1971, fue nombrada embajadora de México en Israel, donde falleció a causa de una descarga eléctrica de una lámpara. Sin embargo, existen teorías que cuestionan las circunstancias de su muerte.
Legado y conmemoraciones
Los restos físicos de Rosario Castellanos reposan en la Rotonda de las Personas Ilustres en Ciudad de México. Su nombre se ha perpetuado en calles, escuelas y premios, y su ideología perdura en sus escritos y en los lectores que ha inspirado. Castellanos lleva medio siglo bajo tierra, pero sus ideas siguen vivas en el aire, liberando a mujeres y minorías con sus palabras.
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