Una Experiencia Inolvidable
Veinte niños y niñas mazahuas, provenientes de San Felipe del Progreso en el Estado de México, cumplieron un sueño que parecía inalcanzable: ver el mar por primera vez. Gracias a una iniciativa de la Fundación Ocesa y Aeroméxico, estos jóvenes, junto con algunos padres y maestros, viajaron a Cancún, Quintana Roo, para vivir una experiencia que jamás olvidarán.
Primer Encuentro con el Mar
Daniela y su amiga Adriana, ambas con nervios y emoción, se enfrentaron al vasto océano. Aunque inicialmente se mostraron temerosas debido a la bandera roja que advertía sobre el fuerte oleaje, pronto se animaron a mojar sus pies en el agua tibia. En menos de una hora, ya estaban brincando entre las olas junto con los demás niños, formando una cadena humana para no ser arrastrados por la corriente, siempre con chalecos salvavidas para su seguridad.
“Yo me lo imaginaba muy grande y azul, pero nunca pensé que fuera de ese azul y luego que cambiara a un azul más fuerte en el fondo”, comentó uno de los niños la noche antes de regresar a casa.
Desde San Felipe del Progreso hasta Cancún
La aventura comenzó en la secundaria técnica E.S.T.A. número 129 “Vicente Guerrero” en San Antonio La Ciénega. Allí, la comunidad escolar, incluyendo al director, padres, y miembros de la fundación Pro-Mazahua, dieron una calurosa despedida a los jóvenes viajeros. Emocionados y llenos de expectativas, los niños se prepararon para su primer viaje en avión.
El día del viaje, todos se reunieron en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México a las 5 de la mañana. Después de pasar por los trámites aeroportuarios, algunos niños tuvieron la oportunidad de conocer al piloto y tomarse fotos con él. A bordo del avión, la emoción era palpable, y muchos se acomodaron cerca de las ventanas para capturar cada momento con sus teléfonos.
La Llegada a Cancún
Al aterrizar en Cancún, el grupo fue recibido por un calor intenso que rápidamente los llevó a cambiarse y dirigirse a la playa. Para muchos, la sensación del agua salada y la arena bajo los pies era una experiencia completamente nueva. Wendy, una de las niñas, inicialmente se mostró reacia a meterse al mar, pero la confianza de sus amigos la animó a unirse a la diversión.
Durante su estancia, los niños alternaron entre la playa y la alberca del hotel, donde se divirtieron aprendiendo a flotar y hacer pequeños buceos con la actriz Gloria Aura, quien los acompañó y les ofreció varios consejos.
Un Día en Xcaret
El segundo día estuvo marcado por una visita al parque Xcaret, donde los niños, vestidos con trajes típicos mazahuas, disfrutaron de actividades como el espectáculo de los Voladores de Papantla, el aviario, y el mariposario. La experiencia culminó con un espectáculo nocturno, para el cual tenían reservados lugares en las primeras filas, disfrutando de palomitas y refrescos mientras aplaudían y gritaban de emoción.
Juegos y Celebraciones
El último día fue dedicado a actividades en la playa y la alberca, donde los niños participaron en juegos de fútbol y voleibol, y disfrutaron de hamburguesas y pastel en la alberca del hotel. La sorpresa de la noche fue una celebración para tres niñas que estaban por cumplir 15 años, donde todo el grupo les cantó las mañanitas y compartieron un pastel en su honor.
Un Viaje Transformador
Este viaje fue más que unas simples vacaciones; representó un logro académico y personal para los niños mazahuas, seleccionados por ser los mejores promedios de su escuela. Muchos de ellos no solo vieron el mar y volaron en avión por primera vez, sino que también formaron nuevas amistades y vivieron experiencias que los marcarán para siempre.
Detrás de esta iniciativa está la Fundación ProMazahua, que trabaja incansablemente en diversas áreas como salud, educación y cultura para mejorar la calidad de vida de la comunidad mazahua. Este viaje es solo una parte del esfuerzo continuo para brindar oportunidades y reconocer el esfuerzo de los jóvenes estudiantes.