Agrupaciones de la industria automotriz mexicana ofrecieron este martes trabajar con quien gane las elecciones presidenciales del 2 de junio, en especial por la revisión del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en 2026 y el fenómeno de relocalización de cadenas o ‘nearshoring’.
“(Vamos a) trabajar con quien ocupe la presidencia de la república a partir del 1 de octubre, desde el momento en que inicie la transición, el sector automotor reafirma su fe en México y su decisión de seguir invirtiendo”, dijo Guillermo Rosales, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).
Líderes de la industria automotriz expresaron en una conferencia de prensa su interés en que con el próximo Gobierno exista una “revolución administrativa”.
Y pidieron reconstruir un sistema nacional de control vehicular que sustituya al “inoperante” Registro Público Vehicular, además de actualizar el esquema fiscal para privilegiar a los vehículos más limpios.
Odracir Barquera, director general de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), explicó que México se ha consolidado como una potencia a nivel mundial y, por ello, la próxima presidenta o presidente enfrentará retos como el ‘nearshoring’, la revisión del T-MEC y la agenda 2030 de los objetivos de desarrollo sostenible.
“A esta nueva administración le tocará impulsar a México en esta carrera global del cambio histórico hacia las nuevas tecnologías para aprovechar esta segunda gran oportunidad de desarrollo del país que trae la electromovilidad”, apuntó.
Explicó que es necesario asegurar la condiciones adecuadas para que el ‘nearshoring’ y la electromovilidad representen “30 o 50 años” de crecimiento económico y de desarrollo para las familias mexicanas.
“Se requerirán muchos nuevos componentes que significan la oportunidad de inversión en nuevas industrias en innovación y la mayor preparación de talento para la nueva demanda laboral”, acotó.
Virginia Olalde, directora de Comercio Exterior y Estudios Económicos de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT), expuso que para esta industria es importante potenciar los acuerdos comerciales de México en distintas partes del mundo.
“Se requiere potenciar el mercado en México con políticas constantes, consistentes, homologadas y directamente relacionadas con la realidad del país”, argumentó.
Dejar a EE.UU. tensiones comerciales
Cuestionados sobre los beneficios o riesgos que puede conllevar la imposición de aranceles de Estados Unidos a los vehículos chinos, Rosales apuntó que este tema se inscribe en una posición “geopolítica” y es coyuntural por las elecciones estadounidenses en noviembre próximo.
“Lo que nosotros estamos ocupados es en estar construyendo una estrategia conjunta en México con las autoridades, con la academia y con la sociedad para fortalecer el rol que tiene la industria automotriz en nuestro país”, enfatizó.
Los líderes señalaron que México debe prepararse ante el ‘nearshoring’ al garantizar el Estado de derecho, mayor infraestructura logística y de comercio exterior, energía suficiente, limpia, accesible y a precios competitivos con capital humano adecuado.
Finalmente, presentaron el documento ‘Diálogo con la Industria Automotriz 2024’, que han acercado a los tres candidatos presidenciales para lograr esta colaboración.
La importancia de la industria automotriz para México radica en que representa casi el 4 % del producto interior bruto (PIB) nacional y el 20,5 % del PIB manufacturero, más que ningún otro sector, según la AMIA.