Diez mil personas mueren cada día en la región europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que abarca a 53 países de Europa y Asia Central, por enfermedades cardiovasculares, alertó hoy miércoles esta organización.
Un nuevo estudio de OMS-Europa apuntó al elevado consumo de sal en la región como causa principal: más de un tercio de los adultos entre 30 y 79 años padece de hipertensión y en casi todos los países la ingesta diaria de sal supera el máximo de 5 gramos (una cucharilla de té) recomendado.
El estudio revela que los hombres tienen 2,5 veces mayor probabilidad de morir por ese tipo de dolencias que las mujeres y que la probabilidad de morir joven por esa causa es cinco veces mayor en Europa del Este y en Asia Central que en Europa Occidental.
Casi una cuarta parte de las muertes en la región europea se producen por hipertensión y un 13 % de los casos de invalidez.
“El excesivo consumo de sal es el principal causante de la hipertensión y, por lo tanto, de las muertes por ataque al corazón, derrames y otras enfermedades cardiovasculares. La comida callejera y los alimentos procesados son a menudo los principales culpables”, advierte la OMS.
El informe recomienda introducir políticas obligatorias para reducir el consumo de sal, como límites en la cantidad de esta en los alimentos más consumidos, incluyendo productos manufacturados; más información en las etiquetas y campañas para impulsar cambios en el consumo de sal en la población.
“Reducir la ingesta de sal en la población subraya los intereses opuestos de la salud pública y la industria alimentaria. Desde la perspectiva de la industria, los alimentos con mucha sal obtienen el mayor beneficio, pero el hecho es que ponen en riesgo la salud de los consumidores”, apunta el estudio.
La OMS considera que la hipertensión debería ser diagnosticada y gestionada con protocolos de tratamiento estándares y ve “crucial” mejorar el acceso a medicamentos esenciales y aparatos médicos para quienes han sido diagnosticados con hipertensión.
Aumentar el conocimiento de los pacientes sobre la enfermedad, adoptar un enfoque centrado en el paciente y reforzar la resiliencia de las cadenas de suministro son otras de las recomendaciones mencionadas en el informe.
“Las enfermedades cardiovasculares y la hipertensión son en gran parte prevenibles y controlables”, señaló el director de OMS-Europa, Hans Kluge, quien enfatizó que una reducción de un 25 % en el consumo de sal podría salvar 900.000 vidas de aquí a 2030.