En un lamentable suceso, supuestos normalistas tomaron las calles del Centro de Chilpancingo, Guerrero, y vandalizaron las fachadas del Palacio de Gobierno. Este acto de violencia ha generado indignación entre la población y ha sido denunciado como un acto de impunidad.
De acuerdo con las denuncias, han pasado siete años desde estos hechos y aún no se ha hecho justicia. No hay personas detenidas ni responsables identificados por la masacre. Los manifestantes exigen castigo para los responsables y claman por el fin de la impunidad.
Este incidente refleja la preocupante situación de seguridad y justicia en la región, así como la necesidad de que las autoridades actúen de manera efectiva para garantizar el Estado de Derecho y proteger los derechos de la ciudadanía.