Un poderoso terremoto de magnitud preliminar 7.5 sacudió Taiwán en las primeras horas del miércoles (hora local), causando preocupación en toda la región ante la posibilidad de un tsunami. El epicentro del sismo se ubicó en el noreste del territorio y se sintió con fuerza en la capital, Taipei.
Las autoridades rápidamente emitieron una alerta de tsunami para la prefectura de Okinawa, en Japón, advirtiendo a los residentes sobre la posible llegada de olas gigantes a las costas. Afortunadamente, hasta el momento no se han reportado víctimas relacionadas con el desastre natural.
Poco después del terremoto principal, una fuerte réplica de magnitud 6.5 volvió a sacudir Taiwán, incrementando la preocupación entre la población ya afectada por el primer evento sísmico.
Con las alertas de tsunami sonando en todo Taiwán, la población comenzó a movilizarse hacia zonas elevadas, buscando resguardarse ante la posible llegada de las olas.
La agencia meteorológica japonesa emitió un pronóstico preocupante, advirtiendo que el tsunami podría alcanzar alturas de hasta 3 metros en las áreas costeras, lo que aumenta la urgencia de las medidas de precaución tomadas por las autoridades y la población afectada.