A tan solo dos días de la anunciada “Marcha por la Democracia” en el Zócalo de la Ciudad de México, se han implementado medidas de seguridad adicionales en la zona. Decenas de vallas antimotines han sido instaladas frente a la fachada de Palacio Nacional, sumándose al vallado permanente que ya rodea el recinto histórico donde despacha el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Estas vallas, con una altura de tres metros, han restringido el acceso a la calle Moneda, dejando solo una puerta peatonal de metal para los transeúntes, quienes ahora deben hacer fila para ingresar. Por otro lado, el acceso a la calle Corregidora ha sido cerrado por completo debido a que las vallas se extienden hasta el edificio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
A pesar de estas medidas, la plancha del Zócalo y las calles circundantes no han sido cerradas, permitiendo así el libre tránsito de peatones.
La manifestación, convocada por organizaciones civiles para el próximo domingo 18 de febrero, tiene como objetivo exigir al presidente López Obrador que no intervenga en el proceso electoral. Los activistas han anunciado como orador principal al ex presidente del INE, Lorenzo Córdova, y han solicitado a los ciudadanos que acudan vestidos de rosa.
En su conferencia matutina de este viernes, el presidente López Obrador desestimó la movilización, asegurando que los participantes no están luchando por la democracia, sino por el regreso de gobiernos corruptos. “Están convocando a la manifestación para defender la corrupción, porque eso es lo que en esencia buscan, que regresen los corruptos, aunque digan que les importa la democracia”, afirmó.