La Alianza Mexicana de Organización de Transportistas (Amotac) ha iniciado un Paro Nacional, cerrando integralmente la crucial autopista México-Cuernavaca. Esta acción drástica se origina ante la exigencia de la Amotac por condiciones de seguridad más robustas en las carreteras del país y un llamado al Gobierno de México para incrementar la presencia de elementos de la Guardia Nacional dedicados a tareas de vigilancia.
El presidente de Amotac, Rafael Ortiz, en un gesto de firmeza y determinación, señaló que la continuación del paro es una respuesta directa a la “cerrazón de los funcionarios” del gobierno para atender y solucionar las demandas de seguridad vial presentadas por la organización. Ortiz expresó su decepción tras una reunión reciente con representantes de la Secretaría de Gobernación, donde, según sus palabras, “no se mostró la inteligencia necesaria para resolver algunos de los puntos exigidos por los transportistas”.
Según García, el asesinato de uno o dos operadores al mes y la consiguiente pérdida de patrimonio debido a la inseguridad en las rutas de transporte son hechos lamentables y frecuentes. La falta de una vigilancia efectiva en las carreteras se ha convertido en una ventaja para los delincuentes, especialmente en tramos donde la presencia de la Guardia Nacional es prácticamente inexistente. “Nos encontramos con una Guardia Nacional que no era de caminos, la falta de vigilancia nosotros la notamos”, afirmó García.
Este paro nacional no solo resalta la urgencia de atender las demandas de seguridad por parte de los transportistas, sino que también pone de manifiesto la necesidad de un diálogo constructivo y efectivo entre el sector transportista y el gobierno. La seguridad en las carreteras es un tema de vital importancia que afecta no solo a los operadores de transporte sino también a la economía y la sociedad.
