Guadalajara, Jalisco, se convirtió en el escenario de un audaz y mortífero asalto en las primeras horas del miércoles 14 de febrero, donde un grupo armado perpetró un robo espectacular contra una camioneta de valores de la reconocida empresa Seguritec. En un giro trágico de eventos que ha conmocionado a la comunidad, el atraco resultó en el robo de más de 7 millones de pesos, dejando un saldo desolador de dos custodios muertos y una civil herida.
El ataque se desencadenó cerca de las 07:00 horas, cuando los delincuentes, en un número no menor a cinco, emboscaron el vehículo de valores durante su rutina de abastecimiento de cajeros automáticos en una sucursal del banco BBVA, localizada en la intersección de las calles Longinos Cadena y Othon Blanco Cáceres, en la colonia Polanco, al sur de la metrópoli jalisciense. Los vigilantes, tomados por sorpresa, se vieron envueltos en un tiroteo mortal, mientras que una comerciante, víctima colateral del enfrentamiento, sufrió heridas por bala en una pierna.
La rápida sucesión de los hechos desató una ola de llamadas de emergencia al 911, movilizando a las fuerzas del orden locales y estatales hacia el lugar del crimen. Sin embargo, pese a los esfuerzos de los paramédicos de Cruz Verde, nada se pudo hacer para salvar a los custodios, cuyas vidas se apagaron bajo el fuego cruzado. La instalación de un tianguis en las inmediaciones complicó aún más la situación, dificultando el acceso de las patrullas y sembrando el pánico entre los ciudadanos al oír los disparos.
Este incidente se suma a la creciente lista de asaltos a mano armada que han afectado a la región, recordando un suceso similar ocurrido en noviembre del año anterior, donde otro grupo de criminales ejecutó un robo mortal en las cercanías del mercado Felipe Ángeles, llevándose un botín considerable tras asesinar a dos guardias de seguridad.
La cifra robada en este último golpe, estimada en 7 millones 800 mil pesos, subraya la audacia y el peligro que representan estas bandas criminales para la seguridad pública. Mientras las autoridades avanzan en sus investigaciones, la comunidad de Guadalajara queda a la espera de respuestas y medidas efectivas para combatir esta creciente ola de violencia y delincuencia que amenaza la paz y la seguridad de sus habitantes.