Este miércoles 7 de febrero, el gobierno de los Estados Unidos encabezado por el presidente Joe Biden ha anunciado unos nuevos controles sobre el hollín.
El hollín es uno de los contaminantes más letales y que más afecta a las comunidades hispana y afroamericana. El hollín son unas partículas diminutas, 30 veces más pequeñas que un cabello humano y que se conocen como PM2,5 por medir menos de 2.5 micrómetros de diámetro. Por lo general estas partículas provienen de la quema de combustibles fósiles, o de actividades agrícolas e industriales.
El hollín es muy peligroso, ya que ingresan a los pulmones de las personas y pueden llegar al torrente sanguíneo, provocando inflamación entre algunos otros problemas crónicos.
La exposición de las personas al hollín por mucho tiempo, puede llegar a provocar, accidentes cerebrovasculares, demencia, ataques cardíacos, enfermedad renal crónica e hipertensión.
Datos de la Asociación Americana del Pulmón indican que alrededor de 63 millones de personas en los Estados Unidos se encuentran expuestas diariamente a grandes cantidades de hollín.
Duras regulaciones al hollín
Debido a este gran problema que ha generado más preocupación en defensores de la salud pública y el medio ambiente, la EPA ha decidido endurecer las regulaciones sobre el hollín. Esto se hace por primera vez desde el 2012, cuando se cambió por ultima vez las regulaciones del hollín.
La agencia redujo la cantidad permitida de los niveles anuales del hollín, paso de 12 microgramos por metro cúbico a 9, lo cual significa un gran avance, pese que la Organización Mundial de la Salud recomienda 5 microgramos por metro cúbico.
La EPA prevé que con estas nuevas regulaciones se eviten alrededor de 4 mil muertes prematuras al año en Estados Unidos para el 2032, además de prevenir 800 mil visitas de emergencia a hospitales debido a problemas de asma.