Decenas de miles de personas estaban sin electricidad y cientos de trenes se cancelaron el lunes después de que la última en una serie de tormentas invernales golpeara Reino Unido e Irlanda con aguaceros y ráfagas de viento de hasta 160 kilómetros (100 millas) por hora.
La Met Office, el servicio meteorológico británico, había emitido una inusual alerta general por viento en todo el país antes de la llegada de la tormenta Isha, que alcanzó su apogeo durante la noche. La estación de radares de Brizlee Wood, en el nordeste de Inglaterra, registró un ráfaga de 159 km (99 millas) por hora.
Desde el otoño, Irlanda y Reino Unido han sufrido una sucesión de tormentas con fuertes vientos y precipitaciones que han derribado árboles, provocado apagones e inundado valles fluviales. Isha es la novena tormenta con nombre desde septiembre.
La operadora ferroviaria de Escocia detuvo el servicio de trenes el domingo y hasta la hora punta del lunes. Network Rail, propietaria de la infraestructura de ferrocarriles en Inglaterra, Escocia y Gales, dijo que fijaría límites de velocidad sobre la mayoría de las líneas para impedir que las locomotoras chocaran con árboles derribados y otros escombros, y que los convoyes de la mañana se verían afectados.
Varias carreteras importantes en Escocia y el norte de Inglaterra se cerraron por viento, árboles derribados o camiones volcados. El superintendente jefe de la policía de Irlanda del Norte, Davy Beck, dijo que muchas carreteras de la zona seguían siendo impracticables el lunes por la mañana.