El número de personas desplazadas por la guerra en Gaza supera los dos millones, la mayoría de la población de la Franja palestina, de unos 2,4 millones de habitantes, denunció este viernes el Gobierno del enclave.
La destrucción de infraestructuras por los ataques del Ejército de Israel, muchas de los cuales son imposibles de reparar, agrava aún más la aguda crisis humanitaria, según un comunicado del Gobierno gazatí, bajo control del grupo islamista Hamás.
El Gobierno del enclave costero advirtió de que la destrucción “deliberada” de carreteras, redes de suministro de energía y agua, de saneamiento y de telecomunicaciones, entre otras, “duplicó la crisis humanitaria (…) y nos enfrentamos a un verdadero desastre”.
“La infraestructura se ha vuelto irreparable debido al bombardeo” constante de Israel en el enclave, subrayó.
Por su parte, Elad Goren, jefe del departamento civil del COGAT, el organismo de Defensa israelí responsable de asuntos civiles en los territorios palestinos, dijo en rueda de prensa en Jerusalén que Israel considera “estabilizada” la situación humanitaria en Gaza, aunque reconoció “cuellos de botella” en la distribución de la ayuda en el enclave.
Israel declaró la guerra a Hamás, que controla de facto la Franja, el pasado 7 de octubre, tras un masivo ataque del grupo islamista contra territorio israelí que incluyó el lanzamiento de cohetes y la infiltración simultánea de miles de milicianos que masacraron a unas 1.200 personas y secuestraron a otras 250 en poblaciones israelíes cercanas a Gaza.