Las costas de California se ven asediadas por gigantescas olas que, por tercer día consecutivo, han desencadenado inundaciones y condiciones potencialmente letales. La furia marina ha provocado rescates acuáticos, destruido automóviles y causado lesiones a varias personas en comunidades costeras del estado.
Las olas excepcionalmente grandes, superando frecuentemente los seis metros, han forzado el cierre de playas a lo largo de la costa californiana y han desatado inundaciones perjudiciales en calles, hogares y negocios cercanos a la playa.
En el condado de Ventura, gravemente afectado, las olas sobrepasaron los malecones arrastrando automóviles estacionados por las calles, bloqueando el acceso para los socorristas. La inundación resultante en un hotel local causó daños en todas las habitaciones de la planta baja.
Las aguas turbulentas y las peligrosas corrientes de resaca han puesto en jaque a gran parte de la costa oeste desde el sur de California hasta Oregón, alimentadas por poderosas tormentas que avanzan desde el océano Pacífico.
Aunque los peligros disminuirán en el norte de California, las áreas costeras del centro y sur aún enfrentan olas extremas, posiblemente alcanzando los 7,5 metros. Algunas zonas podrían experimentar olas de más de 12 metros, planteando un riesgo sustancial para la seguridad pública.
En el sur de Oregón, se esperan fuertes olas y vientos intensos durante la madrugada del sábado, con advertencias de oleaje alto vigentes. Las playas, muelles y puertos son considerados peligrosos, según el Servicio Meteorológico Nacional.
A pesar de la fascinación de espectadores y surfistas, los funcionarios locales instan a la población a mantenerse alejada del agua y de las playas debido a las condiciones potencialmente mortales.
El condado de Ventura ha cerrado todas las playas hasta la víspera de Año Nuevo debido a las olas de 4,5 a 6 metros, anticipando un riesgo significativo de inundaciones costeras. A pesar de la impresionante vista, se hace un llamado urgente a la población para preservar su seguridad y la de los equipos de rescate.
El oleaje excepcional ha provocado al menos diez rescates de personas que subestimaron las condiciones peligrosas. La colaboración comunitaria y el seguimiento de las indicaciones de seguridad son fundamentales para afrontar esta situación desafiante.
La presencia de tormentas que impulsan estas olas también traerá lluvias y vientos fuertes a California hasta el sábado. Las autoridades exhortan a la población a mantenerse informada y seguir las precauciones, ya que las condiciones meteorológicas pueden cambiar rápidamente.