En un emotivo acto en el ayuntamiento de Oslo, la activista iraní Narges Mohammadi, premiada con el Nobel de la Paz, instó este domingo a la comunidad internacional a respaldar la causa contra el régimen iraní. Lo describió como “en su nivel más bajo de legitimidad y respaldo popular”. En un discurso desde la cárcel de Evin en Teherán, leído por sus hijos gemelos Kiana y Ali Rahmani, Mohammadi expresó su confianza en que:
“la luz de la libertad y la justicia brillará intensamente en la tierra de Irán”.
Huelga de Hambre
Mohammadi, de 51 años y encarcelada, iniciará una huelga de hambre en solidaridad con la persecución de la minoría religiosa bahaí en Irán. Destacó el movimiento “Mujer, Vida, Libertad”, surgido tras la muerte de Mahsa Amini. Dándole continuación a una de las luchas históricas, contribuyendo significativamente a la resistencia civil en Irán, abarcando diversos sectores de la sociedad.
Denuncia la Discriminación Religiosa, de Género y Étnica del Régimen Iraní
La activista denunció la discriminación religiosa, de género y étnica del régimen iraní, así como su respuesta represiva a las demandas de democracia. Agradeció el apoyo global pero criticó la falta de “atención seria, coherencia práctica y enfoque proactivo” por parte de Occidente. Mohammadi, defensora de la resistencia y la no violencia, expresó su confianza en el impacto “innegable” del Nobel para el movimiento opositor en Irán.
La presidenta del Comité Nobel noruego, Berit Reiss-Andersen, comparó la lucha de Mohammadi con la de iconos previos del Nobel de la Paz. Mohammadi, comprometida con los derechos de las mujeres desde la década de 1990, cumple una pena de 10 años por “difusión de propaganda contra el Estado”. Recibió los 11 millones de coronas suecas (casi un millón de dólares) con que está dotado el premio de la Paz.
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