Es colorida y tiene un forma peculiar, son las cualidades de este arácnido que cruzó el océano para reproducirse en los Estados Unidos.
La araña Joro, es una araña gigante proveniente de Asia y se ha localizado desde 2014 en estados del oriente de los Estados Unidos como Alabama, Tennessee, Georgia, Carolina del Sur, Carolina del Norte, Maryland, Oklahoma y Virginia Occidental en Estados Unidos.
La araña gigante Joro
Las principales características de esta especia, son sus patrones de colores amarillos y negros, además de una gran capacidad para tejer paracaídas. Estudios recientes informan que están viviendo de manera tranquila, y adaptándose muy bien al territorio norteamericano. Se espera que en los próximos años se muevan más hacia el centro y en toda la costa este.
Investigadores han llegado a la conclusión de que los Joros, llegaron a Estados Unidos a bordo de contenedores de Asia hace al menos una década. Desde entonces se han reproducido a una gran velocidad, y se encuentra dentro de un ecosistema de 75,000 millas cuadradas.
Esta es una especie que puede llegar a crecer hasta el tamaño de la palma de una mano.
“Los datos señalan que esta araña podrá habitar la mayor parte del este de Estados Unidos”.
Las hembras pueden llegar a crecer una pulgada de largo y de 2 a 3 pulgadas de anchos con las piernas abiertas.
De este lado del mundo las arañas Joro no tienen algún depredador natural, y pueden disfrutar de abundante comida. Se puede observar que el arácnido come indiscriminadamente, es decir que consume cualquier cosas que se quede atrapada en su red.
Además, la presencia de la araña Joro en una zona, hará que muchas otras especies dejen de estar presentes en esa misma zona. Estudios recientes indican que los lugares con una alta población de la araña Joro, tienen poblaciones más bajas de algún otro tipo de araña.
No son un peligro para el ser humano
Los científicos señalan que esta especia no representa un peligro para los seres humanos, ya que sus colmillos son demasiado pequeños para penetrar la piel de las personas. También han observado que los Joros evitan entrar en las casas de los humanos, y prefieren tejer sus telarañas al aire libre.