Las altas temperaturas registradas el pasado invierno, en el hemisferio norte, llamarón la atención de los científicos y pusieron en debate, ¿Cuáles son las causas que las provocan? y ¿Qué se pude hacer para evitarlas?.
El calor se apodera cada día mas del planeta tierra, durante el pasado invierno de 2023, se registraron récords diarios de temperaturas, esto según datos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Según la misma organización, las olas de calor que duran varios días son muy preocupantes y se han multiplicado por seis desde la década de 1980.
Estos datos son muy preocupantes para la humanidad, ya que una ola de calor, trae consigo muchas desgracias, desde el daño en la piel de las personas, deshidratación, etc. Pero no solo el ser humano es el afectado por esta situación, la misma tierra se ve afectada con los diversos cambios climáticos que sufre, y en este caso, el suelo fértil es el afectado.
¿Qué son las olas de calor?
Una ola de calor se puede entender como “un periodo inusualmente caliente, seco o húmedo, de día o de noche, que se inicia y se termina de forma abrupta, con una duración de por lo menos dos o tres días, con un impacto discernible en los seres humanos y los sistemas naturales”.
Esta definición es según la Organización Panamericana de la salud (OPS). En 2022 el secretario general de la OMM, Petteri Taalas, comentó que las olas cada vez serán mas frecuentes y continuarán al menos hasta 2060.
Este cambio en las olas de calor, esta relacionado con el aumento de calor del planeta, el cual puede atribuirse a las actividades humanas y crea una gran preocupación por el planeta.
Cambio Climático
El cambio climático se refiere a los cambios de temperatura y patrones climáticos. Estas modificaciones pueden darse por factores naturales, pero desde el siglo XIX, las actividades humanas son la principal fuente de estos cambios.
Todo gracias a la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas. La quema de estos combustibles genera emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), que actúan como una manta que envuelve a la tierra, al atrapar el calor del sol y elevando las temperaturas.