Cientos de personas se encontraban en una difícil situación mientras caminaban por un denso barro que se formó en el desierto de Nevada, en Estados Unidos
Las intensas lluvias obligaron a suspender el festival Burning Man este sábado (02.09.2023), según informaron los organizadores, quienes instaron a miles de asistentes a refugiarse.
Muchos de los 70.000 asistentes al festival caminaban descalzos o envolvían sus pies en bolsas de plástico debido a las tormentas que inundaron el desierto de Nevada, lo que llevó a los organizadores a cerrar el acceso vehicular al lugar.
Las puertas para vehículos permanecerán cerradas durante el resto del evento, que comenzó el 27 de agosto y estaba programado para finalizar el lunes, según la Oficina de Gestión de Tierras de Estados Unidos, que supervisa el desierto de Black Rock, donde se celebra el festival.
Se estima que el viernes cayó más de media pulgada de lluvia en el lugar del festival, que se encuentra a unos 177 kilómetros al norte de Reno, según el Servicio Meteorológico Nacional, que pronosticó más lluvias para el domingo.
El periódico local Reno Gazette Journal informó que los organizadores comenzaron a racionar la venta de hielo y que todo el tráfico de vehículos en el festival estaba cerrado. La inundación dejó los baños portátiles inutilizables, agregó el portal.
En una serie de mensajes en redes sociales, los organizadores del evento, que cada año atrae a decenas de miles de personas, advirtieron que los accesos a la zona están cerrados y pidieron a la gente que conserve el agua y la comida.
La arena se ha transformado en barro, llegando a los tobillos según los asistentes. Algunos intentaron atravesarla en bicicleta y quedaron atascados, según informó una participante a la televisora local.
El servicio estadounidense de meteorología advirtió que se esperan más lluvias y tormentas durante la tarde del sábado y el domingo.
El festival Burning Man tiene lugar cada año en un lago seco del desierto de Nevada, donde se construye una ciudad temporal a la que se accede a través de una autopista de dos carriles.
Durante el evento, los asistentes pueden participar en una serie de actividades artísticas y comunitarias. Según los organizadores, el festival se guía por una serie de principios, entre los que se incluyen la “responsabilidad civil”, la “expresión radical” o “no dejar rastros”, y no se permite el uso de dinero, aunque las entradas para asistir cuestan cientos de dólares.