El Grupo Evergrande, que en su momento ocupó el segundo puesto entre los mayores desarrolladores inmobiliarios de China, ha presentado una declaración de bancarrota en Nueva York. La empresa enfrentó dificultades al tomar préstamos considerables y no cumplir con su deuda en 2021, lo que desencadenó una crisis inmobiliaria que sigue afectando a la economía china.
La búsqueda de refinanciamiento
Evergrande ha buscado protección bajo el Capítulo 15 de la ley de bancarrotas de Estados Unidos, que permite la intervención de tribunales estadounidenses en casos de insolvencia que involucran a múltiples países. Esta medida busca promover la colaboración entre los tribunales estadounidenses, los deudores y los tribunales de otros países en casos de bancarrota transfronteriza.
El impacto en China
El incumplimiento de pago de Evergrande en 2021 tuvo un fuerte impacto en el sector inmobiliario chino, que previamente se consideraba un impulsor clave del crecimiento económico en la segunda economía más grande del mundo. Representando hasta un 30% del PIB del país, el incumplimiento generó efectos adversos en los propietarios de viviendas y en el sistema financiero nacional.
Causas y consecuencias
El incumplimiento de Evergrande coincidió con los esfuerzos del gobierno chino por abordar el endeudamiento excesivo de los desarrolladores inmobiliarios y frenar el aumento de los precios de la vivienda. Desde entonces, varios otros actores importantes en el mercado inmobiliario chino, como Kasia, Fantasia y Shimao Group, han enfrentado problemas de deuda. La desaceleración económica general en China ha aumentado los desafíos en la industria.
El plan de recuperación
Evergrande, con más de 1,300 proyectos inmobiliarios en más de 280 ciudades, se encuentra en una situación complicada debido a su deuda acumulada, que alcanzó los 2.437 billones de yuanes (alrededor de US$340,000 millones) en 2021. La empresa también ha sufrido pérdidas considerables, con un informe reciente que indica una pérdida de US$81,000 millones en el período 2021-2022.
Aunque la empresa presentó un ambicioso plan de reestructuración de deuda a principios de año, el proceso enfrenta desafíos significativos. Evergrande espera regresar a la normalidad en los próximos tres años, pero necesita una inyección de financiamiento de hasta US$43,700 millones para lograrlo. Además, su unidad de vehículos eléctricos también está en riesgo de cierre, a menos que reciba nuevos fondos.
A pesar de estos desafíos, algunos inversores, como la empresa de automóviles NWTN con sede en Dubái, han mostrado interés en apoyar a Evergrande. NWTN anunció recientemente una inversión estratégica de US$500 millones en el grupo de vehículos eléctricos de Evergrande, lo que podría proporcionar un respiro financiero necesario.
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