Excavaciones en el AIFA: Descubren un huevo fósil de flamenco, el primero de América

En un importante hallazgo que ha emocionado a la comunidad científica y a los amantes de la paleontología, investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) han descubierto un huevo fósil de flamenco en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA). Este extraordinario descubrimiento no solo es el primero de su tipo en América, sino también el segundo en todo el mundo, lo que lo convierte en un acontecimiento de gran relevancia para la comprensión de la prehistoria del continente.

El AIFA, ubicado en Santa Lucía, se ha convertido en un lugar de especial interés para los arqueólogos y paleontólogos debido a la presencia de vestigios históricos y fósiles. Durante las excavaciones realizadas para la construcción del aeropuerto, se han encontrado previamente restos de mamuts, lo que llevó a la creación de un museo dentro de sus instalaciones para exhibir estos importantes hallazgos.

El huevo fósil de flamenco, sorprendentemente bien conservado, data de hace aproximadamente entre 12 y 8 mil años, lo que nos brinda una fascinante visión de cómo era la región de Santa Lucía durante el Pleistoceno y el Holoceno, períodos que forman parte de la era geológica Cenozoica y el periodo cuaternario. Los expertos del INAH, liderados por Alberto Cruz, Joaquín Arroyo Cabrales, Eduardo Corona-M y Omar Moreno Flores, publicaron un artículo detallando sus hallazgos en la revista de paleobiología Historical Biology, volumen 34, número 8, el 31 de julio de 2023.

Las dimensiones del huevo de flamenco son notables, con una longitud de 93.491 milímetros y un ancho máximo de 55.791. Su forma alargada, con puntas agudas en ambos extremos, lo distingue de otros huevos de aves. Para confirmar su identidad, los investigadores lo compararon con huevos de distintas especies, como el cisne de tundra, el pelícano y el ganso, y concluyeron que sus similitudes lo relacionaban estrechamente con los flamencos (Phoenicopteridae).

Este descubrimiento arroja luz sobre la antigua geografía de la zona de Zumpango, que alguna vez albergó un paleolago poco profundo y altamente salino durante la transición entre los periodos Pleistoceno y Holoceno, hace entre 8 mil y 33 mil años antes de nuestra era. En aquel entonces, el clima era más cálido y húmedo, lo que proporcionó el entorno adecuado para la presencia de flamencos en las cercanías de Santa Lucía.

Esta revelación es asombrosa, ya que la distribución actual de los flamencos en América del Norte se limita principalmente a la península de Yucatán y el sureste de los Estados Unidos. Nadie hubiera imaginado que estos majestuosos pájaros también se encontraban presentes en la zona central de México hace miles de años.

Además, el hallazgo del huevo fósil de flamenco proporciona valiosa información para la paleontología en general. En América, los registros de fósiles de esta especie se remontan al Mioceno tardío, hace aproximadamente 11.63 millones de años, hasta el Holoceno, que abarca unos 11,700 años en el pasado. Sin embargo, hasta ahora, no se había encontrado un huevo fósil de flamenco en el continente, siendo este hallazgo histórico el primero de su tipo en América y el segundo a nivel mundial.

El primer descubrimiento de huevos de flamenco a nivel mundial ocurrió en España, donde se encontraron cinco huevos de flamenco del Mioceno temprano, con una antigüedad estimada entre 15 y 23 millones de años. Este dato pone en perspectiva la singularidad y relevancia del hallazgo en el AIFA, que ofrece una ventana al pasado remoto de la fauna que habitó la región hace miles de años.

La importancia del descubrimiento del huevo fósil de flamenco en el AIFA radica en su capacidad para desentrañar misterios del pasado prehistórico de América y brindarnos valiosas pistas sobre la vida que alguna vez existió en estas tierras. Cada hallazgo arqueológico y paleontológico nos acerca más a la comprensión de nuestro pasado, y este huevo fósil de flamenco es una joya científica que ilumina el camino hacia un mayor conocimiento de nuestras raíces y el mundo que nos rodea.