Un devastador atentado suicida sacudió la ciudad de Jar, ubicada en la provincia noroccidental de Jáiber Pajtunjua, en Pakistán, dejando un saldo de al menos 35 personas muertas y más de 200 heridas. El trágico incidente ocurrió durante un mitin del partido islamista Jamiat Ulema-i-Islam (JUI-F) y ha generado conmoción y rechazo en la región.
Según informó el ministro provisional de Información de Jáiber Pajtunjua, Firoz Shah Jamal, la explosión ocurrió cerca de las cuatro de la tarde del domingo, cuando cientos de personas se congregaban en el mitin del JUI-F, una formación política conservadora con fuertes vínculos con el islamismo radical.
Las autoridades han confirmado la cifra de fallecidos y heridos, sin embargo, algunas fuentes elevan el número de víctimas mortales a 40 y calculan más de 130 heridos. Nazir Jan, portavoz de la policía local, explicó que el atentado fue perpetrado por un terrorista suicida, aunque hasta el momento ningún grupo ha asumido la autoría del ataque.
El líder del JUI-F, el clérigo Fazal ur Rehman, es una figura prominente en la política paquistaní y forma parte de la coalición gobernante. El mitin tenía como objetivo convocar a trabajadores y simpatizantes del partido para promover valores deportivos, comunitarios y de inclusión social.
Testigos que presenciaron el atentado describieron escenas de pánico y caos tras la explosión. Rahim Shah, uno de los asistentes, relató cómo quedó inconsciente por la fuerte detonación y al recobrar el conocimiento se encontró con escenas desgarradoras de heridos y sangre por todas partes. También señaló que se escucharon disparos, agravando la situación.
Ante esta tragedia, los hospitales de la ciudad de Jar y zonas cercanas han sido puestos en alerta máxima, y se ha implementado un operativo para trasladar a los pacientes críticos a centros médicos en helicóptero. El ejército y otras instituciones están colaborando en las labores de rescate y atención a las víctimas.
Este atentado es solo uno más en la ola de violencia armada que ha afectado a Pakistán desde la llegada al poder de los talibanes en Afganistán en 2021. El Tehreek-e-Taliban Pakistán (TTP), principal grupo insurgente del país, anunció la ruptura de un alto el fuego con el Gobierno en diciembre pasado y ha reactivado sus ataques en las provincias fronterizas con Afganistán.
Durante el primer semestre de este año, Pakistán ha sido escenario de 271 ataques de militantes armados, con un saldo de 389 muertos y 656 heridos, lo que representa un incremento significativo en comparación con el mismo periodo del año anterior.
El país se enfrenta a un difícil desafío para garantizar la seguridad y la paz interna, mientras busca identificar y neutralizar a los responsables de estos actos violentos y brindar apoyo y cuidados a las víctimas y sus familias. La comunidad internacional también ha manifestado su repudio ante este tipo de ataques que afectan gravemente a la población civil y al desarrollo del país.
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