De acuerdo con un estudio realizado por el Instituto Nacional de Salud Pública, los mexicanos duermen en promedio siete horas y media por noche. Sin embargo, un preocupante 28% de los adultos duermen menos de siete horas diarias, lo que puede tener implicaciones en su salud.
El horario de sueño también juega un papel importante. Según la Sociedad Europea de Cardiología, cuya investigación se basó en más de medio millón de voluntarios adultos, se encontró una fuerte relación entre el momento en que se duerme y el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas.
El estudio llevó a cabo una evaluación exhaustiva durante casi seis años y los resultados fueron concluyentes. Dormir entre las 22:00 y las 23:00 horas se asoció significativamente con un menor riesgo de enfermedad cardíaca. Por otro lado, aquellos que se acostaron entre las 23:00 y las 00:00 horas tuvieron un 12% más de riesgo de desarrollar alguna enfermedad cardíaca.
| RECOMENDADO | NO RECOMENDADO | |
|---|---|---|
| RECIÉN NACIDO 0 A 3 MESES | 14 A 17 horas | Menos de 11 o más de 19 horas |
| BEBÉ 4 A 11 MESES | 12 a 15 horas | Menos de 10 o más de 18 horas |
| NIÑO PEQUEÑO 1 A 2 AÑOS | 11 a 14 horas | Menos de 9 o más de 16 horas |
| EDAD PREESCOLAR 3 A 5 AÑOS | 10 a 13 horas | Menos de 8 o más de 14 horas |
| EDAD ESCOLAR 6 A 13 AÑOS | 9 a 11 horas | Menos de 7 o más de 12 horas |
| ADOLESCENTE 14 A 17 AÑOS | 8 a 10 horas | Menos de 7 o más de 11 horas |
| ADULTO JOVEN 18 A 25 AÑOS | 7 a 9 horas | Menos de 6 o más de 11 horas |
| ADULTO 26 A 64 AÑOS | 7 a 9 horas | Menos de 6 o más de 10 horas |
| ADULTO MAYOR MÁS DE 65 AÑOS | 7 a 8 horas | Menos de cinco o más de 9 horas |
Los resultados mostraron que aquellos que se acuestan después de la medianoche tienen un mayor riesgo, llegando incluso al 25%. Pero también es importante destacar que dormir demasiado temprano puede ser perjudicial. Aquellos que se duermen antes de las 22:00 horas también vieron aumentado su riesgo de enfermedades cardíacas, hasta en un 24%.
Estos hallazgos subrayan la importancia de establecer hábitos de sueño saludables y mantener una rutina constante. Dormir lo suficiente y a horas adecuadas puede contribuir a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y promover una buena salud en general.
