Después de entregar su renuncia al presidente Andrés Manuel López Obrador, Ebrard aseguró que no tiene un plan B en caso de perder la encuesta interna de su partido. Además, aprovechó la oportunidad para dirigir un pequeño ataque a su rival, la jefa de gobierno capitalino Claudia Sheinbaum Pardo.
En una conferencia de prensa, Ebrard informó que, a diferencia de uno de los lineamientos establecidos por el Consejo Nacional de Morena, él hablará con todos los medios que lo inviten, incluso aquellos considerados “conservadores” o contrarios a la Cuarta Transformación. Expresó su intención de “defender la cuarta transformación”, el proyecto político impulsado por el actual gobierno.
El político, quien se presentó ante los medios vestido de manera informal con una playera blanca con su imagen y su nuevo lema, “sonrían, todo va a estar bien”, indicó que a partir de ahora simplemente es “Marcelo”. Este gesto simbólico pretende reflejar su cercanía con la gente y distanciarse de la etiqueta de funcionario público.
Consciente de los símbolos, Ebrard eligió la librería Porrúa del Centro Histórico como el lugar para su conferencia de prensa. Esta librería se encuentra en el mismo edificio donde López Obrador convocó a una cena el 5 de junio, que marcó el inicio de la campaña para la candidatura de Morena.
Ebrard anunció que viajará por todo el país para reunirse con la gente y promover su programa de gobierno, que se enfocará en temas como la seguridad, la salud, la educación y la igualdad de género. Además, afirmó que realizará sus giras “en apego a la austeridad”, sin dar más detalles al respecto. Este enfoque coincide con el que ha mantenido durante su gestión como canciller en los últimos meses.
En cuanto al financiamiento de las campañas de los aspirantes a la candidatura, Morena aún no ha definido este tema crucial. Ebrard también se refirió al acuerdo firmado por los seis aspirantes, bajo la supervisión de la dirigencia nacional de Morena. Destacó que algunas de sus propuestas fueron aceptadas, como la renuncia de los contendientes a sus cargos públicos. Aunque su propuesta de organizar debates no fue aceptada, Ebrard insistió en que habrá cruce de propuestas entre los candidatos. “Va a tener que haber debate”, afirmó.
El político reveló que ha formado un “equipo técnico” encargado de analizar las características de la encuesta. Además, expresó su oposición a que participen empresas que “han fallado en los procesos electorales”, haciendo referencia, entre otras, a Enkoll, la empresa que, según Ebrard, fue la “favorita” del equipo de Sheinbaum y de Morena.
Ebrard entregó al presidente López Obrador una carta de renuncia en la que le agradeció por los “maravillosos e inolvidables” cinco años de trabajo conjunto. La misiva concluyó con un “hasta pronto” y una invitación para encontrarse nuevamente en octubre de 2024, fecha de la entrega de la presidencia. El contenido de la conversación entre ambos políticos giró en torno a los logros en política exterior durante la gestión de Ebrard.
