Hace apenas dos semanas, Sergio Emmanuel Martínez Covarrubias fue designado como subadministrador de Operación Aduanera en Manzanillo. Sin embargo, fue asesinado mientras desayunaba con tres subdirectores de Aduanas en un restaurante local.
Se sospecha que el ataque fue perpetrado por cuatro miembros de algún cartel, ya que ellos tienen un gran interés en controlar las aduanas para sus actividades ilícitas, como el tráfico de drogas, personas y contrabando de productos químicos y mercancías diversas.
Ante este hecho, diversas autoridades federales y locales, como la Fiscalía General de la República, las fuerzas armadas (Ejército, Marina y Guardia Nacional), la Fiscalía General del Estado de Colima y los organismos de inteligencia, se movilizaron de inmediato.
Hasta hace dos semanas, el cargo de subadministrador de Operación Aduanera en Manzanillo estaba ocupado por el capitán de la Marina, Adrián Omar Del Ángel Zúñiga. Sin embargo, se acordó que funcionarios civiles asumieran la administración de las aduanas de Manzanillo, Colima, y Lázaro Cárdenas, Michoacán, en lugar de los marinos, con el fin de combatir la corrupción que prevalecía en dichas aduanas y que estaba siendo controlada por carteles del narcotráfico. Esta decisión fue tomada entre el secretario de Marina, Rafael Ojeda Durán, y el titular de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM), Rafael Marín Mollinedo.
Sergio Emmanuel Martínez Covarrubias había trabajado en el área de Comercio Exterior en la Aduana de Matamoros, Tamaulipas. En días anteriores, había informado que un directivo de la Aduana de Manzanillo lo había amenazado, diciéndole que no debería salir de su casa porque algo podría pasarse. Trágicamente, días después fue víctima de la delincuencia organizada.
El presidente Andrés Manuel López Obrador explicó anteriormente que debido a la gran corrupción presente en todas las aduanas del país y al control que los carteles del narcotráfico ejercían sobre ellas, se decidió que la Secretaría de Marina administraría las aduanas portuarias y fronterizas. Por lo tanto, resulta sorprendente que a partir del 12 de mayo pasado se haya decidido que los civiles volverían a encargarse de administrar dos de los principales puertos del país. Esta sorpresa es aún mayor considerando que, tan solo 12 días después de asumir el cargo, el nuevo subadministrador de Operación Aduanera en Manzanillo fue asesinado.
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