¿Malas intenciones?

Armando_ Ríos Piter Columnista

Por Armando Ríos Piter

Por una #SociedadHorizontal

Con ocho votos a favor y tres en contra, el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), declaró inconstitucional la adscripción de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional. Los votos de Arturo Zaldívar, Loretta Ortiz y Yasmín Esquivel no fueron suficientes para garantizar que esta disposición prevaleciera. Llamó la atención que tanto Margarita Ríos Farjat y Juan Luis González Alcántara Carrancá, quienes fueron propuestos a la SCJN por el propio AMLO, mantuvieron un criterio propio y votaron en contra de la medida.

Ante lo que ha significado la Guardia Nacional para la actual administración, la votación fue de la mayor trascendencia, Por encima de los deseos de la 4T y especialmente del apego al titular del Poder Ejecutivo, los ministros y ministras prefirieron ceñirse al criterio constitucional que establece que, la seguridad pública deben ser de carácter civil. La votación no solo tuvo una relevancia jurídica, sino también política: la 4T ya no cuenta con el capital suficiente para mantener su estrategia legislativa. Sin mayoría constitucional en el Congreso, pretendieron aprobar modificaciones a la legislación reglamentaria, en busca del apoyo de la SCJN. Ésta se lo ha negado de manera rotunda.

El precedente lleva a pensar que el presidente López Obrador no tendrá garantizado que, los cambios legales aprobados por su coalición legislativa en el Congreso, serán convalidados por el Poder Judicial. El asunto es de la mayor relevancia, especialmente frente a las reformas en materia electoral que conforman el llamado “Plan B” y también, ante la vorágine de asuntos que fueron aprobados recientemente, al cierre del período legislativo.

Respecto al primer asunto, destaca que el ministro Alberto Pérez Dayán ha circulado un proyecto de sentencia mendiante el cual, propone invalidar en su totalidad la primera parte de las citadas reformas electorales. De esta forma, serían anuladas dos de las seis leyes aprobadas por la coalición oficialista en las Cámaras la de Comunicación Social y Responsabilidades Administrativas. El ministro argumenta en su análisis que no hubo discusión sobre los dictámenes -que fueron aprobados en una sola noche, sin que siquiera los legisladores conocieran el contenido de los dictámenes- así como por “violaciones graves al proceso legislativo”. Está proyectado que el pleno de la Corte resuelva este tema el lunes 8 de mayo.

En este mismo sentido, las otras cuatro reformas que integran la reforma electoral de la 4T, también serán analizadas por Javier Laynez, con el fin de proponer la votación correspondiente a sus colegas. Es altamente probable que Laynez comparta el mismo razonamiento de violaciones al proceso legislativo aducido por Pérez Dayán.

La votación de hoy en la Corte será tal vez la mas trascendente del sexenio. De aprobarse el criterio superviniente y se coincide en que “se legisló al vapor”, se ratificará que AMLO perdió fuerza, al venirse abajo su proyecto de modificaciones comiciales y de ataques al INE.

La votación también sentará un importante precedente para las 20 reformas -minera, turística, rural, sanitaria, científica- que de manera apresurada hizo el Congreso a fin de mes. Cabe recordar que de última hora fue aprobada una marejada de modificaciones legales en el Senado de la República. Aunque la oposición intentó bloquear las votaciones, sin su presencia, sin la lectura de los dictámenes, sin intervenciones de los legisladores ni discusión, el bloque oficialista aprobó “vía fastrack”, un caudal de “prioridades” del Ejecutivo Federal. Por todo esto, habrá 12 acciones de inconstitucionalidad contra lo aprobado.

Si hoy la Corte instala el criterio jurídico contra el desaseo legislativo, también se augura una derrota contundente para el proyecto de modificaciones institucionales de la 4T. De ser así, a partir de hoy, todo tendrá que ver con la sucesión presidencial. Dado que los legisladores se adelantaron un año para cerrar la cortina, ante la propuesta de AMLO para definir en tres meses al candidato o candidata de Morena, se vislumbra que todo, absolutamente todo, tendrá que ver con la elección del 2024.

El declive sexenal ha iniciado. Por ello, dado que es previsible que el mandatario se meta de lleno en el escenario sucesorio, con sus baterías enfiladas principalmente contra la SCJN como la expresión máxima de “las fuerzas conservadoras”, la #SociedadHorizontal deberá evitar caer en la trampa y exigir que por encima del relanzamiento de esta “guerra de narrativas”, se presenten alternativas reales parae l próximo sexenio.