El Papa Francisco donará dos supuestos fragmentos de la cruz con la que se crucificó a Jesucristo y serán incluidos en una cruz que liderará la procesión de la coronación de Carlos III y Camila en la Abadía de Westminster el próximo día 6 de mayo.
Una cruz de plata ceremonial con fragmentos de madera que, según el Vaticano, son dos reliquias de la cruz utilizada para crucificar a Jesucristo fue bendecida el miércoles en el Reino Unido, antes de su uso en la próxima coronación del rey Carlos III a principios del próximo mes.
La coronación de Carlos III, irá acompañada, como es habitual en la familia real británica, de toda una larga lista de tradiciones y actos protocolarios que dan buena muestra del gran poder que detenta la realeza en el país.
Un elemento fundamental desde hace siglos en este tipo de ceremonias son las reliquias. Estas se guardan en la Torre de Londres, donde se exhiben durante el año y se pueden visitar. Objetos sagrados y simbólicos que tuvieron un papel protagonista en las diversas coronaciones en la Abadía de Westminster y que, ahora, lo tendrán en la de Carlos III.
A la corona de San Eduardo, el Orbe del Soberano, dos mazas del siglo XVII, varias espadas o unas espuelas de 1661, entre otros, se han sumado para la ocasión unas reliquias de la crucifixión de Cristo que han sido un regalo del mismo papa Francisco.
Vera Cruz de la Crucifixión
Las reliquias son un regalo del papa Francisco al rey Carlos con motivo de su coronación. La cruz que liderará la procesión es una cruz de nueva fabricación. Se llama la Cruz de Gales, lo que acentúa aún más la presencia del país de Gales en todo el ceremonial. Se trata, en definitiva, de no obviar que, antes de ser rey, Carlos III ostentó durante 64 años el título de Príncipe de Gales que ahora ha heredado su hijo mayor, Guillermo.
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El propio rey Carlos participó de forma testimonial en una pequeña parte del proceso de fabricación de la cruz. El anuncio de la incorporación de estos dos pequeños fragmentos (uno de 1 centímetro y otro de 5 milímetros) de la llamada Vera Cruz de la Crucifixión supone el mejor recordatorio de que la coronación de Carlos y Camila, además de una ceremonia política y protocolaria, es una ceremonia religiosa.
Será un servicio anglicano, pero la inclusión de un regalo del jefe de la Iglesia Católica refleja la aspiración de incluir otras fes.
Elaborada con lingotes de plata reciclados
La Cruz de Gales, que es un obsequio del rey a la Iglesia de Gales, será bendecida por el arzobispo de Gales, Andrew John, antes de ser trasladada a Londres para la coronación. Tras la ceremonia, la cruz será compartida por las Iglesias anglicana y católica de Gales.
La cruz está elaborada con lingotes de plata reciclados, poniendo el acento en la sostenibilidad, uno de los valores que el ahora rey Carlos III ha defendido siempre. El proceso de fabricación ha conllevado más de 267.000 martillazos, según declara su diseñador y fabricante, Michael Lloyd.