Este miércoles, el grupo francés Kering, propietario de la marca de productos de lujo Gucci, informó que la Comisión Europea (CE) llevó a cabo una inspección en su sede como parte de una investigación antimonopolio en el sector de la moda. La inspección tuvo lugar el martes y se realizó en el contexto de una investigación preliminar en el sector de la moda en varios países bajo las normas antimonopolio de la Unión Europea (UE).
En un comunicado, Kering aseguró que está cooperando plenamente con la Comisión en el contexto de esta investigación. No se han revelado más detalles sobre cómo se llevó a cabo esta inspección sorpresa promovida por las autoridades europeas en varios países de la UE.
La Comisión Europea sospecha que varias empresas del sector de la moda han podido infringir las normas comunitarias de competencia que prohíben los pactos de precios o carteles y otras prácticas empresariales “restrictivas”. La CE precisó que estas inspecciones no están relacionadas con las que ya efectuó en junio de 2021 y en mayo de 2022 en el mismo sector.
Kering, dirigido por el magnate francés François-Henri Pinault, es uno de los líderes del mercado mundial del lujo al controlar reconocidas marcas como Gucci, Yves Saint-Laurent, Alexander McQueen, Bottega Veneta y Balenciaga, entre otras. Junto a LVMH, L’Oréal y Hermès, forma el potente grupo del lujo que se ha convertido en el motor del principal índice de la Bolsa parisina, el CAC-40. Kering tiene un valor en Bolsa de casi 76,000 millones de euros y emplea a 47,000 personas en todo el mundo. En 2022, el grupo francés del lujo tuvo un beneficio de 3,614 millones de euros, un 14% más que en 2021, gracias a las ventas récord de cada una de sus marcas.