El Milan goleó este domingo al Nápoles (4-0) en el estadio Diego Armando Maradona, en un choque que se presentó como mucho más que un simple partido de Serie A y que sirvió a los ‘rossoneri’ para lanzar un aviso ante la eliminatoria de cuartos de final de Liga de Campeones que les enfrentará en poco más de una semana
Y esta vez fue le Milan el que se llevó el duelo. Se impuso con un partido que recordó a los de la memorable temporada pasada. Volvió Pioli a su ADN, a la defensa de cuatro y a un doble pivote con Bennacer-Tonali. Pero lo más importante fue la vuelta de Leao y el espectacular primer tiempo de Brahim, dueño y señor del encuentro.
Empezó pronto el show del malagueño, que a punto estuvo de abrir el marcador en los primeros minutos con un tímido disparo desde la frontal cuando los dos equipos, conscientes de que no era un solo partido de liga, todavía se medían.
Pero no tardó mucho el Milan en hacerse dueño del combate. No solo con balón, atacando claramente el perfil diestro de Mario Rui y Kim Min-Jae; sino con solidez atrás tapando a Simeone y Kvaratskhelia, abrumados por el entramado defensivo ‘rossonero’, siempre demasiado alejados como para inquietar a un Maignan que cuando tuvo que aparecer, apareció.