Inglaterra suma y sigue. Después de un triunfo convincente en una plaza tan complicada como Italia, los de Gareth Southgate impusieron la contundencia de un bloque sin excesivas fisuras que también permite a sus estrellas desequilibrar cuando es necesario.
Su juego apenas enamora a nadie, pero la realidad dice que con Southgate los ingleses se han instalado en lo más alto del fútbol mundial.
Y lo ha logrado gracias a partidos como el de este domingo en Wembley. Pueden ser duros de masticar para el espectador, pero son implacables para el adversario.
Tras un inicio de tanteo, en el que Ucrania se aproximó al área británica sin complejos, se perfiló un partido abierto que prometía más emociones de las que finalmente trajo.
Una caída en el área de Kane, agarrado por un defensor, despertó a Inglaterra pasados los diez minutos.
Los ucranianos, apoyados por miles de aficionados en las gradas, apenas inquietaron el marco de Pickford. Una internada de Mudryk con un pase de la muerte fue anulada por fuera de juego, en uno de los escasos intentos serios por romper la férrea defensa inglesa.
Para Mudryk se trataba de un partido especial: su presentación con su selección ante su país de acogida, donde juega desde esta temporada con el Chelsea.
Kane zanjó cualquier debate en el minuto 37 con un remate poco ortodoxo con la rodilla a un centro preciso de Saka. Después de haberse convertido en el mayor goleador de la historia de Inglaterra el pasado jueves contra Italia, el “nueve” de Tottenham Hotspur marcó su tanto número 55 con su país.
Tres minutos después, en jugada personal, Saka demostró por qué ahora mismo está considerado como uno de los jugadores más en forma de la Premier League. Tras recibir de espaldas e irse de su marcador, lanzó una parábola perfecta que se coló por la escuadra de Trubin.
En la segunda parte, nunca pareció que Ucrania creyese de verdad en sus posibilidades. Inglaterra sintió que había completado su trabajo y se dedicó a controlar el choque sin excesivas dificultades.
Si acaso, los minutos adicionales sirvieron para que el goleador del Brentford, Ivan Toney,una de las sensaciones de la temporada, debutase con la selección inglesa y para que el prometedor Maddison demostrase que puede llevar las riendas del ataque inglés.
Inglaterra, con sus dos triunfos en sendos partidos, deja bien encarrilado su camino hacia la fase final de la Eurocopa de 2024.
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