China ha suspendido o cerrado las cuentas en redes sociales de más de 1.000 críticos con las políticas del gobierno en relación con el último brote de COVID-19, mientras el país sigue dado pasos hacia la apertura.
La popular plataforma Sina Weibo dijo que abordó 12.854 infracciones, entre las que había ataques a expertos, académicos y trabajadores sanitarios y emitió vetos temporales o permanentes para 1.120 cuentas.
El gobernante Partido Comunista se había apoyado en gran medida en la comunidad médica para justificar sus duros confinamientos, cuarentenas y cribados masivos. Casi todas las restricciones se abandonaron de forma abrupta el mes pasado, lo que causó un repunte de los casos que ha puesto al límite los recursos médicos. El partido no permite las críticas directas y limita de forma estricta la libertad de expresión.
La plataforma de redes sociales “seguirá incrementando la investigación y limpieza de todo tipo de contenido ilegal, y creando un entorno comunitario armonioso y amigable para la mayoría de los usuarios”, afirmó en un comunicado con fecha del jueves.
Las críticas se han centrado sobre todo en la mano dura con la que se han aplicado las normas, incluyendo las restricciones de viaje indefinidas que han confinado a la población en sus casas durante semanas, a veces sin comida ni una atención médica adecuadas. También molestó la exigencia de que cualquiera que pudiera dar positivo o hubiese estado en contacto con un contagiado quedara ingresado para observación en un hospital de campaña, donde habitualmente se hablaba de hacinamiento, mala alimentación y falta de higiene.
El costo social y económico del estricto protocolo chino derivó finalmente en inusuales protestas callejeras en Beijing y en otras ciudades, que posiblemente influyeron en la decisión del partido de suavizar rápidamente las medidas más duras.
Como parte de los últimos cambios, China dejará de presentar también cargos penales contra los acusados de violar las normas de cuarentena en las fronteras, según un aviso publicado el sábado por cinco departamentos gubernamentales.
Las personas que están retenidas por este motivo quedarán libres y se les devolverán los bienes incautados.
Los ajustes “se han hecho tras considerar exhaustivamente el daño de las conductas a la sociedad y tienen como objetivo adaptarse a las nuevas situaciones de prevención y control de la epidemia”, manifestó la web del diario oficial China Daily en una información sobre el aviso.
China sufre un aumento de los contagios y las hospitalizaciones en las principales ciudades, y se prepara para que el repunte llegue a zonas menos desarrolladas coincidiendo con la oleada de viajes por el Año Nuevo Lunar en los próximos días. Aunque los vuelos internacionales siguen siendo pocos, las autoridades esperan que los viajes domésticos en tren y avión se dupliquen con respecto al año pasado, acercándose a los datos de las vacaciones de 2019, las últimas antes de la pandemia.
El Ministerio Transporte pidió el viernes a los viajeros que reduzcan los desplazamientos y las reuniones, especialmente si van a coincidir con ancianos, embarazadas, niños pequeños y personas con enfermedades previas.
Además, se pidió a los usuarios del transporte público que utilicen mascarilla y presten especial atención a su salud e higiene personal, dijo el viceministro Xu Chengguang a reporteros en una conferencia de prensa.
Pese a esto, el país sigue adelante con su plan de eliminar la cuarentena obligatoria para quienes llegan desde el extranjero a partir del domingo.