Entre la lista de problemas que la crisis sanitaria de covid-19 parece causar, podemos añadir uno más: la pubertad precoz.
Este inicio temprano y anormal de la transformación de un niño en adulto es una condición rara. Sin embargo, diversos estudios ya han reportado un aumento desde que inició la pandemia, sobre todo en niñas.
Pubertad temprana
La aparición prematura de caracteres adultos en niñas asociada a la covid-19 es bastante desconcertante para los especialistas que buscan esclarecer el fenómeno. Recientemente, en la 60ª Reunión Anual de la Sociedad Europea de Endocrinología Pediátrica en Roma, se presentaron los resultados de una investigación que sugiere una explicación.
Los autores, científicos de la Universidad de Gazi y el Hospital de la ciudad de Ankara, Turquía, experimentaron con ratas hembras juveniles. Los 18 mamíferos inmaduros fueron expuestos a la luz emitida por las pantallas LED durante diversos periodos. De acuerdo con sus resultados, las ratas que recibían la luz azul durante periodos más largos mostraron las características distintivas de madurez antes que el resto.
Entonces, podría decirse que este fenómeno no tiene nada que ver con la infección vírica, sino con el tiempo que pasaban las niñas frente a la pantalla durante la cuarentena.
«Descubrimos que la exposición a la luz azul, suficiente para alterar los niveles de melatonina, también es capaz de alterar los niveles de hormonas reproductivas y causar un inicio más temprano de la pubertad en nuestro modelo de rata», comenta la endocrinóloga y la autora principal, Aylin Kilinç Uğurlu. Pero eso no es todo, «cuanto más prolongada sea la exposición, más temprano será el inicio«.
La explicación brindada por los investigadores no es la definitiva y aún deja muchas preguntas sin resolver. Sin embargo, es un hallazgo que debe tomarse en serio a medida que dependemos cada vez más de la tecnología digital personalizada.
Hormonas locas
El problema es difícil de abordar, por diversas razones, incluyendo la limitación para conocer con certeza cuántas niñas se ven afectadas por la pubertad precoz. Además de la prevalencia, las razones del aumento temprano de hormonas son un misterio. Dejando de lado las formas de cáncer u otros trastornos del sistema nervioso, una buena proporción de estas alteraciones son idiopáticas, es decir que no tienen una causa obvia.
Por ello, cuando se informó en Turquía que la cantidad de niñas que padecían una forma idiopática de pubertad precoz había aumentado de 25 en abril de 2019 a 58 en marzo de 2020, los científicos quedaron altamente preocupados.
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Se pensaba que hasta el miedo a la pandemia podía ser el culpable. No obstante, otro fenómeno llamaba mucho la atención: el aumento del uso de dispositivos inteligentes. Ello se traduce en un aumento significativo del tiempo de exposición a la luz azul de teléfonos, computadoras y tabletas.
La melatonina, no solo nos ayuda a conciliar el sueño por la noche, también puede decirle al cuerpo que es hora de aumentar las hormonas que nos preparan para la pubertad; sobre todo si es inhibida en un momento crucial del desarrollo. Esta hipótesis tendría mayor fuerza con los resultados del reciente estudio.
Las ratas hembra expuestas al doble de la duración de la luz azul cada día claramente experimentaron la pubertad antes que sus pares. Asimismo, tenían niveles más bajos de melatonina y niveles más altos de las señales químicas reproductivas estradiol y hormona luteinizante, unas hormonas sexuales femeninas.
«Como se trata de un estudio con ratas, no podemos estar seguros de que estos hallazgos se reproduzcan en niños, pero aun así, los datos sugieren que la exposición a la luz azul podría considerarse un factor de riesgo para el inicio temprano de la pubertad», dice Uğurlu.
